(Dinero) El precandidato presidencial pasó los últimos meses en silencio preparando una reforma tributaria que asegura, presentaría el mismo día de su posesión como presidente de la República.
Conforme se acerca la fecha para definir los candidatos de cada sector para las próximas elecciones presidenciales, se han organizado diversos foros y debates de los cuales participan varios de los más sonados postulados, quienes a su vez son quienes más figuran en las primeras encuestas al respecto.
Sin embargo, en todos estos eventos hasta el momento faltó siempre un precandidato: el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, quien este martes reaparece en la escena política para presentar 25 propuestas de política pública, una semanal, y empezará con una que ya se rumora necesaria para garantizar la estabilidad económica del país después del 2019. Se trata de la reforma tributaria.
Igual que la propuesta que finalmente debate el Congreso de Estados Unidos, y que fue una de las grandes promesas de campaña de Donald Trump, Vargas Lleras propone una disminución en la tasa de tributación de las empresas, que pasaría del 34% más 6% de sobretasa para el año gravable 2017 y de 33% más 4% de sobretasa para 2019 aprobados en la tributaria de 2016 hasta 30%. Se aplicaría también para personas naturales sin escalafón por ingresos, y se acompañaría de un cambio estructural en el régimen: no se gravaría el patrimonio sino sus utilidades.
Vargas Lleras argumentó que “hoy tenemos una de las tasas impositivas más altas del mundo, hemos llegado al 69,8% y esta carga tributaria es excesivamente alta, nos está afectando tanto la competitividad como el crecimiento y además resulta inaplazable”.
A este descuento le acompañarían la deducción plena de costos y gastos sobre la declaración de renta, cero gravamen a los dividendos, cero gravamen a la utilidad en venta de acciones y participaciones, una depreciación de dos años del 100% en el costo de las nuevas inversiones en maquinarias y equipos, plazo ilimitado para la presunción de pérdidas fiscales y de renta presuntiva y el descuento total del pago por ICA en la declaración de renta para las empresas, lo que garantizaría que los municipios continúen con el recaudo del mismo impuesto.
Para los negocios, además el pago del Gravamen a los Movimientos Financieros, conocido como 4x1.000, se podría convertir en una retención en la fuente 100% recuperable en el impuesto a la renta.
El precandidato también propone para el sector agrícola “una excepción al 30%, por 30 años estaríamos recaudando un impuesto de renta no superior al 10%. Para los inversionistas extranjeros, el desgravamen total de las inversiones de portafolio para los extranjeros no residentes en Colombia”.
Vargas Lleras también propone el “desgravamen completo del componente inflacionario neto de los intereses, eliminación de la categoría de los bienes y servicios excluidos del IVA, la recuperación del 100% del IVA en la adquisición de los bienes de capital, eliminación del impuesto de timbre, simplificación del sistema que hoy tiene 916 artículos y estamos hablando de un estatuto de 410 artículos que ya tenemos redactado”.
Sin embargo, dichos beneficios traerían una disminución en el recaudo del Gobierno, tal como lo reconoce el mismo Germán Vargas Lleras, para lo cual tiene un plan de contingencia que luego del régimen de transición entre ambos estatutos tributarios llevaría a un incremento notable en el recaudo neto adicional.
“De implementarse todas estas medidas, hemos considerado que eso afectaría el recaudo en una cifra cercana a los $20 billones durante el periodo de transición de la reforma y por eso proponemos que finalmente este país, cosa que muchos ministros y todos los gobiernos han intentado pero muy pocos han tenido éxito, un control a la evasión, contrabando y elusión de fondo”, aseguró el precandidato.
Dicho control se llevaría a cabo mediante una inversión de $1 billón para la modernización de la Dian, que le permitiría realizar un millón de intervenciones administrativas en un año, y la implementación inmediata y definitiva de la factura electrónica que según el actual estatuto tributario debe ser obligatoria desde el próximo primero de enero de 2019.
“Aquí hemos hablado doce años de eso y aún no se ha abierto la licitación para ponerla en marcha, se pelotean entre el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Comercio y lo cierto es que no se ha abierto la licitación”, agregó Vargas Lleras.
También se eliminarían todas las exenciones, beneficios y tratamientos preferenciales en los negocios que no tengan una plena justificación económica; el IVA se mantendría en 19% con un incremento de la base gravable a todos los bienes corporales, muebles y la totalidad de los servicios que se prestan en el territorio nacional.
“Naturalmente con la excepción de los alimentos que componen la canasta básica familiar, los medicamentos, los servicios de educación y salud y los servicios públicos de los estratos uno al cuatro”, aclaró el político.
Para Vargas Lleras también es fundamental garantizar que, por lo menos en un buen rato, no se presentarán nuevas reformas tributarias por lo que propone que “cualquier disposición en materia tributaria tenga que ser discutida en dos legislaturas distintas y solo pueda entrar en vigencia al año siguiente de ser expedida. Ahí se le quita la tentación a todos los ministros de Hacienda de introducir reformas anuales dependiendo de cómo van la caja y la tesorería pública”.
Finalmente Germán Vargas Lleras reconoció que la transición hacia su régimen tributario, si es elegido presidente y si su reforma tributaria se aprueba, podría representar un riesgo para la calificación crediticia del país, elemento que también podría volver a estar en riesgo si desde el 2019 el país no vuelve a demostrar que es capaz de garantizarse los ingresos necesarios para cumplir con sus compromisos.
Obtenido de: Dinero