(Finanzas Personales) La Federación de Aseguradores Colombianos recomienda siempre revisar que los aportes al sistema de riesgo laborales se hagan, para no caer en estafas.

Las Aseguradoras de Riesgos Laborales (más conocidas como ARL) son una entidad que muchas personas han escuchado, pero que no todas saben muy bien de qué se trata ni cómo los beneficia.

Si usted es trabajador es ideal que conozca sus derechos y que sepa que está cobijado en caso de que se presente algún accidente o eventualidad con respecto a su salud derivado de las funciones de su trabajo.

¿Y qué es lo que cubre exactamente? Cualquier suceso repentino que pase por causa o en ocasión del trabajo y que produzca una lesión orgánica, una perturbación funcional (como por ejemplo el túnel del carpio) o psiquiátrica, una invalidez o la muerte.

También todo estado patológico permanente o temporal generado como resultado de la exposición a factores de riesgo inherentes al trabajo (como por ejemplo las personas expuestas a radiografías).

Y todo esto mientras el trabajador se encuentre bajo la ejecución de órdenes del empleador aún así este fuera del lugar y horas de trabajo. También si se produce durante el traslado de los trabajadores desde la casa hasta el trabajo, siempre y cuando el transporte sea suministrado por el empleador.

Según cifras del DANE, en Colombia, en 2018 de los 38,7 millones de personas en edad para trabajar, 24,4 millones se encuentran económicamente activas. Esto quiere decir que, no importa si es empleado o independiente, su empleador tiene la obligación de afiliarlo al sistema.

¿A qué tiene acceso? A asistencia médica, quirúrgica, terapéutica y farmacéutica, servicios de hospitalización, servicio odontológico, suministro de medicamentos, servicios auxiliares de diagnóstico y tratamiento, prótesis y ortesis, su reparación o reposición, rehabilitación física y profesional y transporte del paciente.

También tiene derecho a un subsidio por incapacidad temporal, a una indemnización por incapacidad permanente parcial si tiene perdida entre el 5% y el 49% de su capacidad laboral, a una pensión de invalidez si pierde el 50% o más de su capacidad laboral y a un auxilio funerario en caso de mortalidad.

La cotización mínima a la seguridad de riesgos laborales es de $4.078 mensuales, con el SMMLV de 2018, correspondiente a la clase de riesgo 1 al que pertenecen las empleadas de servicio, el comercio, la agricultura, la ganadería, actividades bancarias, de informática, educadores, periodistas y peluquerías.

A la clase de riesgo 2 y 3, en la que se encuentran las personas que producen alimentos, marroquinería, fabricación de químicos, servicios de salud, litografías y coteros, se les debe afiliar con $8.156 o $19.031, dependiendo de la labor.

En el riesgo 4, donde se encuentra la industria azucarera, el transporte aéreo y terrestre, el alquiler y reparación de automotores y maquinaria y la construcción, el valor es $33.984. Y por último, el riesgo 5, corresponde a un valor de $54.374 mensuales, a personas que trabajan en la explotación de minas y canteras, desperdicios y desechos en general.

La informalidad y la desprotección de los trabajadores vienen disminuyendo gracias a varias labores educativas que realiza la entidad. Según cifras, entre el 2010 y 2018, creció un 69,7% el número de empresas afiliadas a ARL. Y en el mismo periodo disminuyó un 28% la tasa de enfermedad laboral y 45% la tasa de mortalidad.

Por otro lado, los sectores económicos que más afiliaron a sus trabajadores en el primer trimestre de 2018 fueron el inmobiliario (24%), el comercio (12%), la industria manufacturera (11%) y la construcción (9%). El servicio doméstico y el sector eléctrico, de gas y agua fueron las que menos con 1% cada una.

Las principales enfermedades que se presentan dentro de los trabajadores tienen que ver con afecciones musculoesqueléticas y los accidentes más comunes son las caídas.

No caiga en la mentira

Desde hace 2 años se viene presentando una modalidad en la que personas inescrupulosas ofrecen la afiliación a la seguridad social por menos dinero. Su principal medio son los posters o afiches que pegan en los postes de luz o en los murales, por lo que son conocidas como “agrupadoras de posters”.

Al respecto Germán Ponce Bravo, director de la Cámara Técnica de Riesgos Laborales, afirma que a “quien más afecta el fraude no es al sistema sino al trabajador. Por eso los esfuerzos que hemos hecho como sistema de riesgos laborales como empleadores y como gobierno es precisamente impedir que las personas del común hagan caso de estas afiliaciones de poste, porque estas funcionan como una estafa”.

Lo que hacen es recoger el dinero del trabajador, transmitirle el mensaje de que ya fue afiliado al sistema de seguridad social cuando en realidad solo los inscriben por un día y se quedan con el remanente.

“En el momento en que la persona sufre un accidente o una enfermedad de origen laboral o de origen común y va a reclamar la prestación, el sistema no se la reconoce por la sencilla razón de que el estafador no lo afilió, entonces formalmente nunca estuvo en el sistema”, afirma.

Para Ponce, una cosa es que el empleador por alguna razón no pague la cotización, por lo que la sanción es pagarla con una tasa de mora, o que no sea juicioso y no afilie nunca a los trabajadores, por lo que la sanción para el empleador es que responde directamente por las prestaciones al que el trabajador tiene derecho más una multa de más de 500 salarios mínimos por el Ministerio de trabajo.

“Pero otra cosa muy diferente es fraude, que no es un empleador negligente o un trabajador negligente sino un estafador que se aprovecha de un estado de desinformación por parte de los trabajadores”, dice.

Es por eso que el experto aconseja que los empleadores no afilien por medio de intermediarios, sino que lo hagan directamente o con el listado de las organizaciones autorizadas por el Ministerio de Salud para hacerlo.

También que use la planilla electrónica para verificar usted mismo que está afiliado en vez de la plantilla asistida (vía telefónica). “Este fenómeno es muy difícil de detectar porque estas personas están cambiando de razón social a cada rato, por eso es muy importante que las personas sean juiciosas y verifiquen que sus aportes se hacen con regularidad”, concluye Ponce.

Obtenido de: Finanzas Personales