Los avances de la tecnología son tan rápidos que las predicciones que hacía el magnate Bill Gates y el estudio de la revista The Economis (2014) en el cual se identificaba la lista de los empleos que desaparecerían del mercado en un futuro no tan lejano, que incluía, entre otras profesiones, a los contadores, como consecuencia del avance de la tecnología robótica, pareciera que se están cumpliendo a cabalidad.

Contrapartida Pontificia Universidad Javeriana

De Computationis Jure Opiniones
Número 2957, Julio 31 de 2017

Los programas informáticos cada vez sorprenden más, a tal punto que la vieja teneduría de libros donde se requería que alguien digitara una información específica en un departamento contable ha desaparecido casi por completo, hoy el software lo hace prácticamente todo.

Hay que recordar que la estructura de las organizaciones estuvo basada durante muchas décadas en unidades o agrupaciones con actividades comunes (producción, las ventas, los despachos, contabilidad) que permitían un elevado crecimiento en escala.

Sin embargo, el mundo evolucionó y las empresas, con el objeto de potenciar la orientación al cliente, alinearon sus recursos y capital humano al flujo completo de actividades (procesos) que satisfacen ese objetivo principal. En una compañía orientada a procesos, la arquitectura empresarial y de negocio se centra en la arquitectura de procesos definida y trata a los procesos de negocio de la compañía como valiosos activos corporativos que la definen y enriquecen. Dentro de esta arquitectura, las soluciones tecnológicas BPM (business process management) ayudan a gestionar, definir y ejecutar automáticamente estos activos, incorporando de paso esos procesos repetitivos que hacían parte fundamental de la antigua contabilidad.

Hoy basta con parametrizar adecuadamente los programas, es decir, indicarle las políticas contables definidas para la organización y el sistema se encargará de entregar estados financieros, si se quiere en tiempo real, asegurando de paso que la totalidad de las transacciones realizadas se encuentran inmersas en los informes.

En un ejercicio de innovación con un grupo de empresarios, alguien planteó que, más allá de las exigencias legales que requieren la existencia de un contador, ¿que le pasaría a una empresa, con tecnología BPM, si se eliminará el departamento de contabilidad de un momento a otro? La respuesta fue unánime: nada, el negocio puede seguir funcionando. Más allá de los cuestionamientos filosóficos que se pueda tener sobre el uso de la tecnología y el desplazamiento del hombre, lo que es claro es que si los contadores no evolucionamos corremos el riesgo inminente de la desaparición.

El tema de la innovación dentro de la profesión debería ser obligatorio en todos los centros de estudio y en las facultades de contaduría. Profundizar el estudio de las finanzas y el marketing podría ser una buena alternativa como inicio de un proceso para aprender a innovar, áreas donde las cosas no son tan repetitivas y requieren del ingenio de los estudiantes.

Fernando Borda Suarez

De Computationis Jure Opiniones
Número 2957, Julio 31 de 2017

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