(La Repúbica) La última reforma de Cárdenas iba por $7,1 billones en su exposición de motivos.
A pesar de que Colombia ha implementado cerca de una decena de reformas tributarias en los últimos 20 años, el recaudo de impuestos del país sigue estancado en niveles de 14% del PIB, lo que significa que esos proyectos de ley liderados por diferentes gobiernos no han logrado un verdadero cambio estructural.
En ese sentido, algunas entidades financieras y calificadoras de riesgo han alertado en los últimos días que el proyecto de ley de financiamiento que se debate actualmente en el Congreso tampoco sería estructural, pues si bien lograría recaudar entre $7 y $7,5 billones de los $14 billones necesarios para cubrir el hueco fiscal de 2019, los ingresos de las arcas públicas comenzarían a descender más adelante debido a la cantidad de beneficios concedidos a las sociedades.
“El problema no es 2019, sino de 2020 en adelante. Esta reforma no aporta recursos adicionales, al contrario los reduce en 0,5% del PIB de 2020 en adelante. Este proyecto acabó siendo el menos estructural de los últimos años. Hay algunas reformas que tuvieron un poco más de carácter estructural como la de 1986, la de 1995 o, incluso, la de 2016. Sin embargo, hay que remontarse al año 1974 para encontrar la que más cambios introdujo”, manifestó Guillermo Perry, exministro de Hacienda.
Si nos remontamos a la última reforma que lideró el anterior exministro Mauricio Cárdenas, la de 2016, encontramos que en aquella época también se buscaba encontrar un recaudo similar que ahora, de hecho, en la exposición de motivos fueron más cautos al indicar la cifra de $7,1 billones. Hay que resaltar que en la exposición de motivos de esta ocasión si eran necesarios buscar $14 billones porque ese era el monto del faltante del Presupuesto de 2019. Además, la propuesta que les iba a dar la mayor parte del recaudo era la de extender el IVA a la mayoría de los productos de la canasta familia y se cayó finalmente por su impopularidad tanto dentro como fuera del Congreso.
En total, con la Tributaria de 2016 se pretendía recaudar inicialmente cerca de $7 billones adicionales, lo que representaba 0,8% del PIB, y esa cifra se iba incrementando paulatinamente a $9,6 billones en 2018; $19,5 billones en 2019; y $23,4 billones en 2020.
Además, en ese proyecto el mayor recaudo provenía de los cambios efectuados en IVA (la tarifa iba aumentar de 16% a 19%), el impuesto al consumo, la renta, el impuesto a los combustibles y un aumento en la gestión de la Dian fruto de la modernización de la administración tributaria.
Con todo ello, esa tributaria tenía proyectado la consolidación fiscal en el mediano plazo: se estabilizarían los niveles de ingreso total en cerca de 16,8% del PIB en el mediano plazo y la inversión pública del Gobierno podría será igual a 1,7% del PIB anual. Sin embargo, lo primero que hizo el presidente Iván Duque al asumir las riendas del nuevo Gobierno fue plantear una reforma para poder cumplir con la meta de déficit fiscal para 2019.
“Los problemas vendrán a mediano plazo. La ponencia debería establecer los cambios necesarios como la eliminación de las exenciones y los beneficios en el impuesto de renta”, indicó Gustavo Cote, exdirector de la Dian
Obtenido de: La República