Fuente : www.elnuevosiglo.com.co
Los sindicatos confían en que el vicepresidente Angelino Garzón ayude a limar asperezas entre empleados, empresarios y el Gobierno Nacional y al final logren un consenso.
Un alza de 8 por ciento, equivalente a 40 mil pesos, para el salario mínimo planteó ayer la Confederación General de Trabajadores, CGT, en vísperas de comenzar las negociaciones del aumento en la Mesa de Concertación Laboral entre empleados, empresarios y el Gobierno.
De acuerdo con el presidente de esa agremiación, Julio Roberto Gómez, la proposición de un aumento de 2 por ciento (13 mil pesos) planteado por los industriales, se constituye en un insulto a la clase trabajadora y en nada se compadece a las ganancias que muchos sectores de la economía han tenido durante este año.
“Solamente para citar un ejemplo, el sector financiero sobrepasó utilidades por 11 billones de pesos y llegó la hora para que también piensen y se ubiquen en el lugar de los 4 millones de trabajadores que devengan el salario mínimo legal y mucho más si tenemos en cuenta que el propio Banco de la República dice que en Colombia hay más de 7 millones de trabajadores que están por debajo de esos ingresos”, subrayó Gómez.
La semana pasada, el presidente de Anif, Sergio Clavijo, propuso un incremento en el salario de 2 por ciento, iniciativa que fue respaldada por muchos empresarios pero rechazada por los trabajadores.
El presidente de la CGT dice que hoy en día un salario mínimo legal equivale solamente a 45 por ciento de la canasta familiar.
Pero Julio Roberto Gómez confía en que el alza sea mayor o de lo contrario propone que no haya incremento salarial, pero a cambio sean congelados los precios de los alimentos y de los servicios públicos el próximo año.
No obstante, dijo que “hay que agotar todos los recursos para llegar a un acuerdo, con un salario concertado significa que vamos a tener un chance y se tiene que concurrir a una mesa de negociación dispuesto a propiciar el acuerdo. Creo que el vicepresidente Angelino Garzón va a ayudar en esa tarea, puesto que colaboró hace 5 años y evitó que se rompieran las conversaciones”.
Además, los trabajadores plantearán medidas de protección para el incremento salarial, que incluyen el desarrollo de una política de control de precios en las tarifas de los servicios públicos, las matrículas en los colegios, los arrendamientos y las tasas de interés y los precios de los combustibles.
“No es posible que en materia salarial nos estemos acercando a la africanización de los salarios, pero en materia de los combustibles estamos por encima de los países industrialmente desarrollados. De todas maneras son elementos que surgen en Mesa, pero no vamos a condicionar las negociaciones cuando arranque el próximo miércoles a las tres de la tarde”, sostuvo.
Por otro lado, en la reunión que por primera vez tuvieron los trabajadores con el embajador de Estados Unidos en Bogotá, Michael McKinley concluyó con los buenos oficios que prestará esa nación para fortalecer los derechos humanos e incrementar la libre asociación de los trabajadores.
Según Gómez, el diplomático mostró su preocupación por la baja en el porcentaje de los sindicatos en el país, al tiempo que lo invitó a una reunión el 10 de abril de 2011.
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