casita-dinero

Fuente: https://www.portafolio.com.co

Algunos constructores consideran que se deben tomar decisiones más contundentes para impulsar la vivienda social.

A los llamados de urgencia de los gremios de la construcción, en el sentido de aprobar simultáneamente el Subsidio Familiar de Vivienda (SFV) y el crédito se sumaron otras voces que consideran que a este inconveniente hay que sumarle otros estructurales, que frenan la adquisición de Vivienda de Interés Social (VIS).

El Gobierno reconoce la situación y parte de su acción se ha enfocado en corregir el hecho de que mucha gente con subsidio aprobado frenara la intención de compra al no poder acceder al crédito complementario.

“El subsidio se debe definir en función de los ingresos del hogar, pues no queremos más de ellos sin ejecutar”, advirtió la ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Beatriz Uribe, al finalizar el 2010.

“La contradicción que había entre el subsidio y el crédito bancario se ha corregido gradualmente”, recone el constructor Álvaro Villota.

Era común que para recibir el auxilio de vivienda, la persona tuviera que demostrar, entre otros requisitos, ingresos bajos. Sin embargo, para el crédito complementario debía comprobar lo opuesto. Hoy, el subsidio debe tener equivalencia con el ingreso y las cajas hacen esa verificación.

Aun así, existen otras preocupaciones. Gabriel Díaz, presidente del Grupo Oikos, dijo ayer que “la meta del Gobierno de hacer un millón de viviendas sólo será posible con una reingeniería al otorgamiento del SFV, pues bajo las actuales circunstancias es imposible cumplirla”.

Según el empresario, este auxilio debe manejarse a más plazo, ya sea porque se liquide sobre el indicador de tasas de interés o por la forma de pago del beneficiado.

Por eso sugiere que las personas reciban la vivienda en arrendamiento y que les entreguen el subsidio al momento de tomar la decisión de adquirirla definitivamente.

“Es algo que se puede hacer con modelos de titularización o fondos inmobiliarios, en los que una fiduciaria o un patrimonio autónomo harían las veces de propietarios del bien, mientras la gente lo adquiere por cuotas”.

Según Díaz, esto representaría solamente la adquisición de derechos fiduciarios y luego entraría la posibilidad del subsidio.

Para Villota, el problema va más allá y consiste en que no hay una política pública de vivienda.

“Seguimos centrados en discusiones que debíamos haber superado hace años. Hoy, lo único cierto es que no tenemos una política de vivienda que contemple a los más pobres; de hecho, por definición, este grupo no puede acceder a crédito”, advierte el empresario.

“Esto con el agravante de que tampoco se ha desarrollado el esquema para los informales que sí tienen los recursos, lo que significa que sólo queda una mínima población que puede acceder a los préstamos de la banca y al auxilio”, concluye.

Impulso a macroproyectos


El Gobierno podrá promover, ejecutar y financiar Proyectos Integrales de Desarrollo Urbano (PIDU). “Con el decreto 4821 les damos vida a los macroproyectos de vivienda social bajo este nombre, con las observaciones de la Corte Constitucional”, dijo la ministra de Ambiente, Beatriz Uribe. “Aunque los PIDU nacieron para atender sólo las emergencias de vivienda a raíz del invierno, hay que seguir con los macroproyectos tradicionales”, dijo.

4.000 hectáreas de suelo urbanizable se han habilitado a través de los macroproyectos de vivienda social, que representan 320.000 viviendas. Ayer, la ministra Beatriz Uribe instó al Congreso de la República a apoyar esta figura, clave para impulsar subsidios y más obras.

Tomado de: https://www.portafolio.com.co/noticias/vivienda/subsidio-para-vivienda-de-interes-social-con-problemas-estr