Fuente: https://www.elnuevosiglo.com.co
Fedesarrollo dice que los tributos no deben estar sometidos a condiciones externas como costos ambientales y deterioro de red vial
CON EL objetivo de darle claridad a lo que sucede actualmente con la fórmula que utiliza el Gobierno para determinar el precio de la gasolina, Fedesarrollo propuso que los impuestos que se incluyen en la tarifa sean fijos y no estén sometidos a alteraciones externas.
Actualmente, la legislación determina tres impuestos a la gasolina: global, IVA y sobretasa. El global es de suma fija, los otros dos son ad-valorem. Estos tributos representan cerca del 30 por ciento del precio final del combustible y su recaudo genera ingresos por cerca de 0,5 por ciento del Producto Interno Bruto, PIB, distribuidos entre la Nación y los gobiernos locales.
Sin duda, como lo afirma la entidad de investigación, los ingresos por sobretasa constituyen importantes recursos para las regiones y tienen como fin el mantenimiento de la infraestructura vial.
Sin embargo, la propuesta sobre la que ha insistido Fedesarrollo es que los tres impuestos sean de suma fija ya que las externalidades negativas que genera el consumo de combustibles -en particular, costos ambientales y de deterioro de la red vial- dependen de las cantidades de combustible utilizadas, no de su precio.
De acuerdo a los expertos “habría, eso sí que, aproximar el costo de esas externalidades para determinar de manera adecuada el monto requerido de impuestos. Reconociendo este hecho, en ocasiones el Ministerio de Minas y Energía ha modificado el valor de referencia sobre el que se calcula la sobretasa, en gran medida asimilando este impuesto a un tributo de suma fija. Una forma más transparente de hacerlo es definiendo explícitamente los impuestos como de suma fija”.
Desde hace varios meses la forma como se incrementa el valor de la gasolina y la fórmula que utiliza el Gobierno tiene enfrentados a los distribuidores y a la cartera de Minas y Energía. Incluso el Gobierno determinó a partir del domingo pasado, eliminar la libertad vigilada de precios por un control a las estaciones de servicio, con la disculpa que se estaba especulando con el valor que se les cobra a los usuarios.
Ayer, el presidente de Fedispetrol, Álvaro Younes, dijo que ante las acusaciones del ministro de Minas, Carlos Rodado de estar especulando, ellos estaban dispuestos a entregarle al Gobierno para su administración entre 3.500 y 4.000 expendios para que vea cómo se manejan los precios y el poco margen de ganancia que queda.
Otra iniciativa que está tomando fuerza es la que adelantan algunos miembros del Congreso y los distribuidores minoristas para recolectar firmas que les permitan presentar un proyecto al Legislativo que modifique el actual esquema de precios a los combustibles.
Al respecto, Fedesarrollo ha sugerido que todo tipo de propuestas para cambiar el modo como se determina el precio de los combustibles, “deben ser analizadas con gran cuidado pues tienen importantes implicaciones económicas y fiscales. En primer lugar, se debe aclarar que el precio interno de los combustibles no ha crecido al mismo ritmo que el precio internacional del crudo”.
Este argumento es el que más han utilizado los contradictores en el aumento de las cotizaciones internas, al sostener que el precio que pagan por la gasolina es el más alto del mundo.
Sostienen los investigadores de Fedesarrollo que entre diciembre de 2010 y abril de 2011 el precio de la gasolina se incrementó 5,6 por ciento y el del diesel 5,5 por ciento, mientras en el mismo lapso el precio del petróleo de referencia WTI aumentó 22,8 por ciento.
Esta situación también se observa al comparar el precio de la gasolina en abril de este año con relación a su precio un año atrás; en este período el se incrementó 11,7 por ciento y el del petróleo 30 por ciento.
En otros países, la transmisión del aumento en el precio del petróleo al precio de la gasolina ha sido mayor que en Colombia. Así por ejemplo, en lo corrido del año el precio de la gasolina ha subido 22,7 por ciento en Estados Unidos, 11 por ciento en Inglaterra y 9 por ciento en Brasil, donde los precios promedio al consumidor por galón al finalizar abril de 2011 se ubicaron entre 3,9 dólares y 8,3 dólares mientras en Colombia el galón costaba 4,7 dólares.
Si bien el rezago que se presenta en Colombia entre la variación del precio del petróleo y el de la gasolina se explica parcialmente en la evolución de la tasa de cambio -en lo corrido del año el peso se ha revaluado 5,9 por ciento contra el dólar-, cálculos de Fedesarrollo -a partir de la aplicación estricta de la fórmula establecida por el Ministerio de Minas y Energía- sugieren que en lo corrido del año el precio interno de la gasolina se habría situado cerca de $400 pesos por debajo del precio de paridad, cuando a lo largo del año pasado estuvo por encima de dicha referencia.