Fuente : www.larepublica.com.co
Según su autor, Simón Gaviria, aunque la iniciativa puede generar inconvenientes administrativos a las empresas, se beneficiaría la economía de los empleados.
El proyecto se fundamenta en cuatro pilares básicos. El primero se basa en la obligatoriedad de la libranza.
Esto significa que si es aprobado, todas las empresas pueden descontar por nómina cualquier tipo de crédito que pida el empleado, ya sea con entidades bancarias, cooperativas y cajas de compensación. Esto a tasas inferiores de las normalmente utilizadas.
El segundo es la libertad para la competencia. La empresa no podría obligar al empleado a endeudarse con un establecimiento específico o que tenga convenio con la firma, pues cada trabajador tendría la libertad de acceder a esta figura con la institución que prefiera.
El tercero se trata del traslado de libranzas. Es decir, si el empleado deja de laborar en la empresa, la nueva contratante debe adquirir el crédito, por lo tanto, la libranza se trasladaría.
Por último, se plantea el hecho de que sirva también para ahorro, alquiler de vivienda, pago de universidades, entre otros usos.
El trabajador tendría la posibilidad de escoger en qué utilizar sus recursos. En el caso del alquiler de vivienda, se tendría un beneficio en cuanto a que la empresa estaría respaldando la deuda.
Para Gaviria es importante establecer que los países que cuentan con esta figura han logrado aumentar el consumo y la actividad financiera. Por ejemplo, en Panamá se registró un aumento del crédito hipotecario en 204%. Por su parte, Brasil logró incrementar 308% el crédito para consumo. Para el representante, se trata de lograr una expansión masiva del crédito a tasas más baratas. Según fuentes de la Superintendencia Financiera, el segmento de libranza representa a junio de 2010, el 31% del total de la cartera de consumo del sistema financiero, superior al de tarjetas de crédito. En el último año el saldo en cartera de libranza aumentó de $10 billones a $13 billones, con variación del 35%.
El promedio de la calidad de cartera de libranza fue de 7,29%, es decir tres veces mejor que el de las tarjetas de crédito o el de la cartera de consumo total. Según la exposición de motivos del proyecto, pretende establecer un marco general para esta modalidad.
Varios aspectos se resaltan, como la posibilidad real de dinamizar el mercado de alquiler y adquisición de vivienda y el acceso a créditos educativos y bienes de consumo básico, entre ellos planes complementarios de salud, auxilios funerarios, electrodomésticos, vehículos, viajes, etc, a través de la masificación de este tipo de crédito que otorga la posibilidad real no sólo a los trabajadores asalariados sino a los pensionados a adquirir bienes y servicios respaldados por su salario, sus prestaciones sociales o su pensión, dentro de los parámetros que sobre el particular ha fijado la Corte Constitucional.
Se pagarían acciones
Según el autor de la iniciativa, Simón Gaviria, el mecanismo de descuento de nómina o libranza reduce significativamente el riesgo de no pago debido a que el banco tendrá como prenda de garantía la empresa donde labora el cliente; y a menos riesgo, menor tasa de interés. En Brasil por ejemplo, la reducción de tasas llevó a que subiera en 300 por ciento el crédito de consumo entre el 2003 y el 2007. Una de las innovaciones es permitir el uso de la libranza para pagos no crediticios. Hasta el arriendo se podrá pagara por libranza. Igualmente se podrá impulsar el ahorro programado: yo autorizo a mi empresa, por ejemplo, a descontarme para pagar acciones de Ecopetrol.
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