Fuente: https://www.larepublica.com.co/
Las nuevas normas de capital para los bancos acordadas por los reguladores globales causaron alivio en el mundo financiero, al dar tiempo a los prestamistas más débiles para recaudar fondos y relajar los límites a la entrega de dividendos.
Sin embargo, los grandes bancos internacionales siguen enfrentando un sobrecargo de capital además de las nuevas normas anunciadas, conocidas como “Basilea III”, para hacer frente a los temores respecto a que las entidades consideradas “demasiado grandes para quebrar” puedan tomar riesgos que pongan en peligro a todo el sistema financiero.
“Los acuerdos reducen la probabilidad de quiebra de los bancos con importancia sistémica, pero no solucionan el problema moral de que estos bancos sean demasiado grandes para quebrar o estén demasiado interconectados para quebrar”, dijo Mario Draghi, gobernador del Banco de Italia y director de la Junta de Estabilidad Financiera.
La junta de estabilidad, un organismo independiente del Grupo de Basilea, presentará su propia propuesta sobre capital bancario en un encuentro de los líderes del G-20 en noviembre.
Los inversionistas aplaudieron el carácter gradual de la introducción de los nuevos estándares de capital bajo Basilea III, ignorando los comentarios de uno de los arquitectos de la medida respecto a que el sector tendrá que recaudar cientos de miles de millones de euros finalmente.
Las acciones de los bancos europeos subieron más de 2 por ciento, tocando máximos de un mes, mientras que el euro avanzó en uno por ciento por el dólar.
“Las autoridades han acordado y se han dado cuenta que necesitan dejar que los bancos se recuperen primero y comiencen a prestar para participar en la recuperación”, dijo Guy de Blonay, del Financial Opportunities Fund. Los nuevos requerimientos instarán a los bancos a mantener un capital de la más alta calidad que represente un 7 por ciento de sus activos de más riesgo, pero los prestamistas tendrán un largo tiempo introductorio para recaudar ese capital.
Los bancos en Europa son probablemente los que más necesiten fondos, especialmente en Alemania, España, y otros sistemas débiles.
El nuevo ratio de capital será un incremento sustancial respecto al actual de 2 por ciento, pero significativamente menor al que los bancos temían este año y vendrá con un periodo de introducción que en algunos casos llega hasta enero del 2019.
El principal banco alemán Deutsche Bank está tratando de aventajar a rivales como Commerzbank al anunciar planes de aumento de capital por casi 10.000 millones de euros y decir que cumplirá las normas de Basilea III a fines del 2013.
Basilea III introduce un colchón de conservación de capital de 2,5 por ciento que se suma al capital estructural Tier 1. Este nuevo colchón se establece entre el 0 y el 2,5 por ciento en acciones comunes u otro capital capaz de absorber pérdidas.
El objetivo del colchón es forzar a los bancos a tener un respaldo adicional cuando los supervisores vean un crédito excesivo en el sistema que amenace con generar morosidad. Se pondrá a prueba un ratio de apalancamiento de un 3 por ciento Tier 1 -o que el balance no pueda exceder en 33 veces el capital estructural- antes de introducir un ratio de apalancamiento obligatorio en enero del 2018.
Capital estructural (Tier 1)
Bajo Basilea III, el ratio de capital total estructural Tier 1 se fija en 6 por ciento, con un capital central Tier 1 de 4,5 por ciento. La implementación de las reglas de nuevo capital estructural comenzará en enero del 2013.
Las normas estarán plenamente en vigencia en enero del 2015. Basilea III introduce un colchón de conservación de capital de 2,5 por ciento que se suma al capital estructural Tier 1. Cualquier banco que no cumpla con este amortiguador se enfrenta restricciones de supervisores en pagos como dividendos, recompras de acciones y bonos.