América Latina es una región en la que bullen miles de proyectos sociales puestos en marcha por las propias comunidades para superar la pobreza y la desigualdad, pero la mayoría de las veces los gobiernos son incapaces de aprovechar este potencial de desarrollo.
Los datos más recientes de la CEPAL, relativos al año 2009, muestran que el índice Gini se sitúa en 0,522.
Así se señaló en el marco de un seminario internacional organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo de la ONU, que esta semana debate el tema en San Diego (California) junto con el Instituto de las Américas.
“No hay duda de que la región está impregnada de un enorme espíritu innovador”, afirmó Martín Hopenhayn, director de la División de Desarrollo Social de la CEPAL.
“Sin embargo, nos falta mucho camino para saldar la brecha que existe entre esta gran riqueza social y las políticas públicas, agregó el representante del organismo.
Según Hopenhayn, “es indispensable que los tomadores de decisiones reconozcan que la innovación social es protagonista central del desarrollo de América Latina y el Caribe”.
“La masificación de los efectos de este tipo de proyectos no pueden quedar en manos de la sociedad civil o de las organizaciones de la propia comunidad, porque entonces se limita a unos pocos beneficiados”, explicó a Efe María Elisa Bernal, directora del Proyecto de Innovación Social de la CEPAL.
Hay muchas maneras para lograr que se masifiquen. Una de ellas es que se conviertan en políticas publicas.
Un ejemplo de esto son los “hogares de cuidado diario” en Colombia que se iniciaron por la experiencia de una comunidad cuyas madres encargaban el cuidado de sus hijos a aquella que no trabajaba.
Este modelo, descubierto por la UNICEF (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) en un recóndito pueblo llamado San Basilio de Palenque (norte), es el que hoy aplica en toda Colombia el Instituto de Bienestar Familiar.
Bernal admitió que un vez que los gobernantes asumen el respaldo a estos proyectos, los altibajos políticos pueden afectar a su continuidad, pero ante eso destacó el poder que tiene la comunidad para evitar que eso suceda.
“A un alcalde le puede parecer más rico utilizar la plata (dinero) para construir su propia estatua a la entrada del pueblo, pero los beneficiarios del programa no lo van a permitir”, aseguró.
“Con frecuencia, los gestores de los proyectos reportan la falta de apoyo gubernamental como una dificultad para salir adelante”, afirmaron Noha Rey de Marulanda y Francisco Tancredi, dos expertos de la CEPAL que han recopilado en un libro las 25 experiencias de innovación social mas exitosas de la región.
“No obstante, cuando el emprendimiento comienza a mostrar resultados visibles, es decir, cuando ya ha superado las dificultades iniciales y se encuentra en elección, frecuentemente se aprecia un reconocimiento y un cierto tipo de apoyo por parte del gobierno”, agregaron.
“América Latina y el Caribe tienen, en su conjunto, unas aterradoras condiciones de pobreza, indigencia y desigualdad”, advirtió la CEPAL, que destacó que la población total que vivía en la región bajo la línea de pobreza en el 2008 era del 33,8 por ciento.
Los niveles de indigencia son igualmente impactantes. En 2008 el 12,9 por ciento de la población de la región vivía en esa situación.
Asimismo, los datos más recientes de la CEPAL, relativos al año 2009, muestran que el índice Gini se sitúa en 0,522, lo que significa que “la situación de desigualdad en la región no sólo no ha mejorado, sino que parece deteriorarse”.
En la búsqueda de soluciones a esta situación, el proyecto Experiencias de Innovación Social de la CEPAL -al que se presentaron 4.800 experiencias de las cuales 25 fueron premiadas- aporta ejemplos exitosos en el combate a la pobreza y la desigualdad.
“No hay duda de que estas iniciativas son de interés y gran utilidad para los tomadores de decisiones de política social en los gobiernos de los países de la región y en general en las instituciones cuya tarea es promover el desarrollo sostenible”, señalan en su libro Nohra Rey y Francisco Tancredi.
“La región es una explosión de innovaciones, pero nos falta estar dispuestos a tomarlas en cuenta, y no sólo resaltarlas, sino tomar de ellas ideas para ser aplicadas en otros lugares e incluso para ser tomadas como base para políticas y programas públicos”, destacaron.
¿Por qué es menor la presencia estatal en el desarrollo de innovaciones? Según la CEPAL esto se debe a que las restricciones que imponen las normas legales, que son necesarias, “limitan las posibilidades del sector público de lanzarse a estos procesos”.
“Pero precisamente estas cortapisas deberían incentivar a las autoridades a apreciar y aprender de las innovaciones que desarrollan la sociedad civil y las propias comunidades, convertirlas en ideas y así masificar sus efectos”, apuntó.
Por loable que sea la participación de las ONG y del sector privado en este tipo de proyectos, “es necesario reconocer que los problemas de pobreza e inequidad, discriminación e incumplimiento de los derechos económicos, sociales y culturales en America Latina y el Caribe difícilmente podrán superarse sin la participación del Estado”, concluyó el organismo de Naciones Unidas.
Tomado de :https://www.dinero.com/internacional/latinoamerica-tesoro-innovacion-gobiernos-no-saben-explotar_80831.aspx