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Algunos de los objetivos de la medida es la de abaratar la importación de bienes de capital y detener la apreciación del peso.
En un análisis de la reforma arancelaria, promovida por el Gobierno Nacional, como una de las medidas para hacer frente a la revaluación del peso frente al dólar, el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, dijo que en esencia esta busca mantener y generar empleos para los colombianos, y, con ello, contribuir a la reducción de la pobreza.
Al explicar los alcances de la medida, el Ministro manifestó que se busca abaratar la importación de bienes de capital y de materias primas, para reducir los costos de producción, y eliminar las “protecciones efectivas negativas”, las cuales son causadas debido a que los aranceles de los insumos son mayores que los del bien final.
Los productos de consumo tendrán un arancel de 15 por ciento, mientras que el de las materias primas y los bienes de capital del ámbito industrial será de 5 por ciento. No obstante, ningún producto tendría una rebaja superior a 10 puntos porcentuales. Así mismo, aclaró, tampoco se aumentaron los aranceles.
Dijo que si bien se analizó la economía en su conjunto, en el ajuste no se tocaron productos muy sensibles del agro como el maíz amarillo, el arroz, la carne de cerdo y de bovino, el pollo, la leche y los sueros, y el aceite de palma, entre otros.
La reforma estructural arancelaria reduce un número importante de sectores con protecciones efectivas negativas. Sobre el tema, recordó que antes de la reforma 46 sectores estaban con esta clase de protección; 26 de ellos ya no las tienen, y a los 20 restantes se les redujeron sustancialmente.
Por ejemplo, del capítulo 87 (vehículos automóviles, tractores y sus partes) se excluyen rebajas para las partidas arancelarias del Convenio Automotor Andino (CAA); al resto del capítulo se le reduce el arancel en 5 puntos porcentuales, con excepción de las subpartidas que tienen arancel vigente de 5 por ciento.
Lo que se quiere con este cambio de la estructura arancelaria es incentivar el crecimiento de la economía en un cuarto de punto porcentual adicional, mejorar la competitividad de los empresarios que dirigen su producto al mercado interno, y propiciar la generación de 150.000 empleos formales, así como disminuir la tasa de informalidad.
Otro de los fines de la medida es detener la apreciación del peso, por lo que se calcula que la reducción de casi cuatro puntos en los aranceles permitirá un incremento de las importaciones cercanas a los 2.200 millones de dólares. Esto, precisó, será importante para detener la caída del dólar.
El Ministro estimó que el costo fiscal de la reforma será de más de un billón de pesos, y se espera que su implementación ayude a mejorar la competitividad de sectores que son altamente generadores de empleo como las confecciones, la marroquinería, el calzado, al igual que la producción de bienes finales de madera y plástico, entre otros.
Un paso más en el camino hacia la competitividad
Las reducciones arancelarias deben inducir bajas en los precios domésticos y, por ende, un aumento del ingreso real que se traslada al bienestar del consumidor.
Con la reforma, que rebaja 5 puntos porcentuales los aranceles a los bienes de consumo, aumenta la capacidad adquisitiva de los consumidores.
El vocero de la cartera de Comercio reiteró que una de las prioridades del Gobierno Nacional es facilitar el camino al sector productivo para que mejore su competitividad.
Sobre el particular, sostuvo, la composición de las importaciones confirma que sobre las materias primas y los bienes de capital recae la principal carga arancelaria, que va en contra de la competitividad del productor nacional y de la generación de empleo.
Por ejemplo, en 2009 las importaciones de materias primas ascendieron a 14,243 millones de dólares con un arancel promedio nominal de 10,1 por ciento, de los cuales 8,024 millones correspondan a materias primas no producidas en el país. Debido a esto, el arancel colombiano tenía un sesgo anti exportador. El reconocimiento de este son los Sistemas Especiales de Importación Exportación (también conocidos como Plan Vallejo). No obstante, los productores orientados al mercado doméstico -en su mayoría pymes- no pueden usar este instrumento.