Fuente: https://www.elpais.com/
El número de afiliados a la Seguridad Social retrocede un 1,3% en el último año.- Trabajo achaca al retraso en las faenas agrarias que la caída de la ocupación vuelva a agudizarse.
Los datos laborales de febrero introducen una inesperada escena en el guión de la economía española, en convalecencia desde hace dos años. Lo peor de la peor crisis en más medio siglo se concentró en el tramo final de 2008 y el arranque de 2009. Desde entonces, la destrucción de empleo remite de forma constante, aunque con exasperante lentitud. El Gobierno pensó primero que el mercado laboral sería capaz de revertir la situación y sumar puestos de trabajo en la segunda mitad de 2010, para luego aplazar el cambio de tendencia a los trimestres finales de 2011. Lo que no estaba previsto era que la destrucción de empleo volviera a acelerase, que es lo que pasó el mes pasado.
El número medio de afiliados a la Seguridad Social en febrero se quedó en 17.347.094 personas, según los datos que ha divulgado el Ministerio de Trabajo. Los expertos suelen utilizar los datos de afiliación como una de las aproximaciones más fiables al nivel de empleo en una economía. Y como viene ocurriendo desde 2008, ese indicador muestra en febrero una caída en el número de ocupados respecto al mismo mes del año anterior; en este caso son 225.257 afiliados menos que en febrero de 2010. Lo llamativo es que, a diferencia de los últimos 21meses, ese retroceso ha ido a más, no a menos. La variación interanual es ahora del -1,3%, cuando en enero fue del -1,05%.
Al explicar los datos, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, enfatizó el impacto del "retraso en algunas faenas agrarias", sobre todo "en algunos colectivos de afiliadas extranjeras". En un comunicado tras la publicación de los datos, Granado recordó también que "el sector público sigue ajustando las plantillas de los ayuntamientos, las comunidades y del Estado", aunque ese rastro no se puede seguir en las estadísticas que distribuye Trabajo por falta de detalle. El secretario de Estado se agarró a que, en el ámbito privado, hubo "una recuperación de empleo en la construcción, la industria y casi todos los sectores de servicios" respecto al mes pasado. Y sostuvo que lo de febrero ha sido un verso suelto, que el guión de la recuperación se retomará este mismo mes.
La lectura que deja la comparación interanual cuando se corrige el efecto estacional es algo más desasosegante. Sitúa el retroceso de la ocupación en el sector agrario en un notable 2,37%. Pero más significativo aún es que el resto de ramas de actividad, las que llevan el peso de la economía española y son menos erráticas, se queden muy lejos de compensar la falta de empleo en el campo. Incluso, la variación interanual de puestos de trabajo en la construcción se deteriora ligeramente (-9,7% en febrero), mientras que la moderación en la caída de la ocupación en la industria se estanca (-2,85%). Y los servicios, el único sector que había consolidado una aportación neta al empleo en el último año, sufre un considerable traspiés. Si en otoño el crecimiento interanual de empleo en el sector más importante de la economía española era del 0,45%, en febrero ese avance menguó a menos de la mitad, el 0,2%.
Lo que también evidencian las cifras es el agotamiento del efecto estadístico. La moderación en la destrucción de empleo desde abril de 2009 se debió a que la pérdida de puestos de trabajo remitió, pero la variación interanual solo se acortó de forma sensible cuando se comparó con un periodo malo (desde el último trimestre de 2009 hasta la primera mitad de 2010) con la peor etapa (desde el último trimestre de 2008 hasta la segunda mitad de 2009) de la economía española. Entre octubre de 2009 y septiembre de 2010 la variación negativa pasó del -5,4% al -1,4% en tasa interanual. Pero desde el fin de la última temporada estival, cuando ya la comparación se hace con una etapa de mínimo retroceso económico, los avances se habían producido con cuentagotas: del -1,3% de octubre del año pasado al -1,05% de enero para volver ahora otra vez al -1,3%.
Acabado el escalón estadístico, las mejoras en el mercado laboral solo pueden venir ahora de la mano del crecimiento económico. Lo que ponen de relieve las nuevas cifras laborales es que los exiguos avances del PIB no bastan. El aumento de las personas que buscan empleo y el inesperado repunte en la destrucción de puestos de trabajo fundamentan las previsiones que apuntan a la encuesta de población activa (EPA) del primer trimestre como la que arrojará los peores resultados de la crisis económica, muy cerca ya de cobrarse cinco millones de desempleados.