Fuente : www.elnuevosiglo.com.co
Hay desacuerdo total sobre el aumento, un punto que será difícil de acordar como ya sucedió el año pasado cuando el Gobierno lo fijó por decreto.
La puja por el incremento salarial para el próximo año empezó a calentarse antes de tiempo por culpa de la baja inflación que registra la economía. Tanto trabajadores como empresarios y autoridades del Gobierno están en desacuerdo con el nivel del aumento y los mecanismos para su fijación, mientras el Banco de la República mantiene prudente distancia.
El gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, sugiere que para definir su incremento se debe tener en cuenta la meta de inflación, sus proyecciones y los cálculos de productividad. “Puede ser 2.7 o puede ser incluso menos, yo no me comprometo a ningún número, no obstante considero probable que la inflación para 2010 termine en niveles del 2,7 por ciento o, incluso, en una cifra inferior”, subrayó.
Mientras que los empresarios, en cabeza del presidente de la Andi Luis Carlos Villegas, argumentan que un aumento por encima de la inflación significará para el país la pérdida de empleos y un impacto negativo en el sector productivo.
Consideran que la industria ha tenido que asumir los costos de la revaluación del peso y que este mismo fenómeno ha llevado a que hoy los colombianos tengan un mejor nivel adquisitivo.
“Veo un gran problema para la discusión de este año y para la competitividad, inclusive aumentar el salario a nivel de inflación ya atenta contra la generación de puestos de trabajo”, afirmó el directivo industrial.
Entre tanto, las centrales obreras manifestaron que aunque el tema no deja de ser relevante, de todas maneras existen preocupaciones más profundas que un porcentaje.
Particularmente, para la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, es importante medir con el mismo rasero el salario mínimo, pero es mucho más importante que discutan la estabilidad.
Según Alfonso Velásquez, vocero de esa agremiación, “los empleados están en pésimas condiciones y lo que necesitamos es seguridad social, porque si hablamos de cifras tenemos que 9 millones de trabajadores colombianos están por debajo del mínimo y de ese número cerca de 5 millones devengan menos del 50 por ciento del salario legal y muchos de ellos son obligados a meterse al Sisbén para evadir sus obligaciones”.
Agregó que a eso hay que sumarle el Proyecto de Ley del Primer Empleo, que contempla que a los menores de 25 años les pagarán el 50 por ciento de un mínimo, mientras cogen experiencia y “esto sí es supremamente grave”.
“En conclusión, el gobierno, los empresarios y los trabajadores comenzamos a lanzar ideas con el fin de buscar un consenso sobre el particular en los próximos días en la Mesa de Concertación Laboral”, concluyó el representante de los trabajadores.
Cabe recordar que el año pasado tampoco se pusieron de acuerdo y finalmente el Gobierno fijó mediante decreto el salario mínimo legal en 515 mil pesos, lo que significó un incremento equivalente a 3,64258 por ciento. En cuanto al auxilio de transporte quedó establecido en 61 mil 500 pesos, con un aumento de 3,7099 por ciento.
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