Fuente : www.larepublica.com.co
Según la Profesional de Normalización del Icontec, Diana Asprilla, después de cinco años de trabajo se logró un consenso entre los 99 países que participaron en la iniciativa y se estructuró lo que sería el documento más importante sobre este tema.
¿Qué es la ISO 26000?
Es una guía que tiene el objetivo de dar directrices y orientaciones en cuanto a las buenas prácticas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), esto con el fin de que las organizaciones enfoquen su gestión.
En ese sentido, se espera que el documento esté completamente listo en octubre de este año.
En términos generales, la ISO 26000 trata de abordar todos los pasos que una firma debe tener en cuenta para la buena adopción de la RSE.
¿Una compañía se podrá certificar en RSE?
No. Vale la pena aclarar que la ISO 26000 no es certificable, lo que indica que ninguna compañía que decida acogerla recibirá una prueba de sus buenas prácticas. Incluso, a nivel internacional no existe como tal una norma que certifique en estos temas.
Lo cierto es que en esta ISO se unificaron los conceptos y se planteó un mismo idioma para las empresas que quieran participar en los temas de Responsabilidad Social.
¿Esta ISO es la única guía verdadera de Responsabilidad Social?
No. Las empresas pueden basarse en cualquier tipo de guía, pues a nivel mundial existen varias, aunque la de mayor respaldo por el consenso mundial es la ISO 26000. Pero esto no quiere decir que si no están usando la ISO estén adoptando mal las prácticas.
Lo único que se recomienda es que sea un documento de validez nacional e internacional o que tenga el respaldo de una universidad.
¿Quiénes participaron en la estructuración?
Esta ISO fue aprobada por un total de 99 países, de los cuales 69 están en vía de desarrollo, y por unas 42 organizaciones del sector público y privado, que reunieron diferentes partes interesadas como industria, gobierno, trabajadores, consumidores y servicios, entre otras áreas de interés.
Es un documento que tiene todo el respaldo y la validez de un consenso internacional y que se trabajó durante cinco años.
¿Cómo se llegó a ese consenso?
Fue un trabajo importante en donde participaron muchos actores, pero parte del tiempo que tomó estructurar la ISO se debió a que debimos unificar los conceptos y los temas, pues por ejemplo, tuvimos una oposición muy grande de China, Israel, y en general de los países musulmanes, a raíz de las diferencias culturales, pues no es fácil implementar una idea cuando hay tantas personas, culturas y conceptos en el medio. Pero a pesar de las dificultades que se presentaron, lo cierto es que actualmente ellos avalan el documento al ciento por ciento.
De cierta forma, lo único que hicimos fue ajustar el lenguaje para que algunas palabras que podrían tener implicaciones como ´sexo´, se cambiaran por otras relacionadas, esto con el fin de que los términos fueran entendidos por los demás países. Hay que aclarar que esas modificaciones no implicaron una disminución en los estándares de RSE ni en las directrices.
¿Cómo cree que será adoptado este documento entre los empresarios?
De hecho ya lo están adoptando. La verdad es que desde ya los empresarios se están alineando con las prácticas y orientaciones que dan las guías. La idea de estructurar un documento como este surgió porque se detectó la necesidad de hablar un mismo idioma cuando de Responsabilidad Social se trata.
¿Es decir que si existe interés de las organizaciones por participar?
El interés es muy grande, y muestra de ello es el hecho de que muchas empresas ya tienen sus propios reportes de sostenibilidad, primero, porque les trae beneficios económicos, y segundo, porque es una buena manera de ser transparentes con las partes interesadas.
¿De qué forma llegará el documento a las pyme?
Debido a que este tipo de programas les ofrece sostenibilidad a las organizaciones, las pyme también tienen un gran interés en participar. Y esa es una labor que ya se viene haciendo, por ejemplo, con Confecámaras, en donde se trabajó con 240 pequeñas y medianas empresas en la implementación de los primeros pasos en RSE, esto bajo el programa ComprometeRSE.
¿Cuáles son las expectativas con este documento?
Creo que no solo Colombia sino el mundo entero está esperando ansiosamente la edición final de la ISO 26000, pues ya todos están cansados de tantas iniciativas independientes y de ninguna guía que mantenga una orientación clara.
El documento permitió unificar los conceptos que se manejan
El trabajo que se adelantó durante cinco años en las instancias internacionales para consolidar la ISO 26000 permitió, además de establecer los parámetros ideales bajo los que se deben implementar programas de Responsabilidad Social Empresarial, hablar un mismo idioma a nivel mundial. Según la Profesional de Normalización del Icontec, Diana Asprilla, actualmente se están utilizando muchas iniciativas de RSE, las cuales no tienen unificados los conceptos. No obstante, eso no quiere decir que se estén haciendo mal las cosas. “Lo importante es que se acojan las propuestas que sean reconocidas y que tengan el respaldo de instituciones como el Icontec o de las universidades”, explicó. Una de esas alternativas es la GTC 180 del Icontec, que es un documento paralelo a la ISO 26000 y que permite una adopción más local.
Tomado de : https://www.larepublica.com.co/archivos/RSE/2010-09-30/iso-26000-la-guia-para-la-buena-gestion-de-la-responsabilidad-social_111672.php