Fuente : www.larepublica.com.co
Si a esto se suman las monetizaciones llevadas a cabo por el Gobierno a lo largo del año y el moderado efecto que han tenido las medidas del Banco de la República para controlar la revaluación, el resultado es que Colombia tiene -de lejos- la moneda más apreciada de la Región.
¿En que radica la diferencia del peso colombiano con monedas como el nuevo sol peruano, el peso mexicano o el real brasileño?
Primero hay que señalar que la divisa local aparece con una apreciación de 11,05% en lo corrido de 2010. En el ranking le siguen el peso mexicano, que se ha valorizado 5,44% y el nuevo sol peruano, con una rentabilidad de 3,35% frente al dólar.
Si bien el peso colombiano ya no aparece en el primer lugar de las divisas más apreciadas del mundo en 2010, se encuentra en niveles cercanos a monedas como el yen japonés, el dólar australiano y la corona sueca.
Daniel Lozano, analista de divisas de Serfinco, explica que parte de la fuerte apreciación del peso colombiano en lo corrido de 2010 corresponde a un ajuste al comportamiento de las monedas regionales en los últimos años.
“Colombia se había rezagado en años anteriores; adicionalmente la mayor relevancia que ha venido cobrando el petróleo en la economía local y el ingreso de divisas por parte del Estado, hacen que el país se destaque como el de mayor revaluación en Latinoamérica”, explicó Lozano. Además, en países como Brasil, Chile y Perú, las autoridades monetarias han combinado medidas para contener la apreciación de sus monedas, pasando desde impuestos al endeudamiento externo, mayor acumulación de reservas internacionales y hasta aplicar control de capitales. Si bien el manejo de la apreciación de las monedas regionales aparece como la prioridad para los gobiernos y bancos centrales de la Región, el exceso de dólares en los mercados mundiales ya empieza a convertirse en un riesgo latente para las economías emergentes en el mediano plazo.
Posible recalentamiento
Joaquín Vial, economista jefe para América del Sur del Bbva, asegura que Europa, Japón y América Latina ven como el exceso de liquidez estadounidense se traduce en una depreciación excesiva del dólar respecto de sus monedas, lo que de paso implica que ellos pierden competitividad frente a China y a otros países en desarrollo que mantienen sus monedas pegadas al dólar.
“Esto significa que los “chicos” en América Latina y otros países emergentes se ven inundados de dólares, y sus monedas se aprecian. De paso pierden competitividad frente a China y es así como vemos que por un lado, los amenaza el martillo de una expansión excesiva de la demanda interna que puede llevarlos a déficits insostenibles y aumentos en la inflación, y por otro, sienten la presión del yunque en sus espaldas representando a los bajísimos tipos de interés norteamericanos, que les impide aplicar medidas monetarias restrictivas que eviten el sobrecalentamiento de las economías”, asegura Vial. El panorama se hace aún más desalentador para los bancos centrales y gobiernos de la Región al observar que las medidas adoptadas para contener la caída en el precio del dólar son solo paños de agua tibia a menos que países como Estados Unidos y China hagan ajustes a sus políticas económicas, lo cual, en opinión de expertos locales e internacionales, no va a suceder en el corto plazo.
“Si no hay cambios en la conducta de China y de Estados Unidos, los déficits que se comenzarán a acumular en el mundo emergente rápidamente van a comprometer la solvencia externa de estos países. En caso que ellos tengan éxito en evitar la apreciación de sus monedas, enfrentarán una mayor inflación. Vemos así como los chicos corren el serio riesgo de ser aplastados, después de haber corregido desequilibrios endémicos de décadas anteriores”, dice el economista del Bbva. Lo cierto es que la economía local necesita medidas para evitar el desborde de la apreciación, misión que tienen muy clara el Gobierno y el Emisor.
A ajustar el modelo económico local
La posibilidad de que el dólar inicie un proceso de apreciación en el mundo parece lejana para los analistas, quienes desde ya señalan que los países emergentes van a tener que acostumbrarse a vivir con monedas fuertes frente a la divisa estadounidense, que no comprometa la competitividad del país pero que se ajuste a la realidad financiera mundial. “El camino a seguir en medio de la coyuntura que encontramos y las perspectivas que se vislumbran a futuro, es la de un dólar débil y la de apreciaciones constantes de las monedas emergentes, Colombia no estará ajena a este entorno mundial y seguramente tendremos que ajustar nuestro modelo económico a un escenario de fortalecimiento constante del peso”, aseguró el director de estudios económicos de Asesores en Valores, Carlos Torres. El experto también señala que en medio de sectores y gremios que pierden competitividad como consecuencia de la apreciación este nuevo patrón monetario que se vive, no solo en Colombia sino a nivel mundial, será una realidad que se extenderá en el futuro próximo y con el cual debemos aprender a convivir.
Las opiniones
Joaquín Vial
Economista Jefe América del Sur del Bbva
“Si no hay cambios en la conducta de China y de EE.UU., los déficits que se comenzarán a acumular en el mundo emergente rápidamente van a comprometer la solvencia”.
Daniel Lozano
Analista de divisas de Serfinco
“Colombia se había rezagado en años anteriores, en los que las monedas de la Región de habían apreciado de forma significativa mientras el peso se mantenía estable”.
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