Fuente: https://www.elpais.com.co
Entre el 2008, en plena crisis financiera internacional y finales del 2010, los colombianos aprovecharon para endeudarse con créditos de libre inversión y de consumo a menores tasas de interés. Fue una temporada en la que muchos hogares cambiaron de carro, compraron casa y electrodomésticos. Y hasta financiaron vacaciones con dólar barato a bordo.
Dentro de ese ‘boom’, el sistema financiero jugó una fuerte competencia, ya que la mayoría de los bancos redujo tasas promedio en tarjetas de crédito del 25% efectivo anual en diciembre del 2009, a niveles del 20% en igual mes del 2010.
Igual ocurrió con las de consumo ordinario, cuya rebaja fue hasta de seis puntos porcentuales (de 21% al 15%) en ese mismo período.
Por cuenta de ese comportamiento, la demanda de crédito creció el 14% en el 2010, mientras la de préstamos de consumo lo hizo en 7,39% al cierre del tercer trimestre del año pasado.
Pero hoy el panorama es otro. El fantasma de la inflación ha vuelto a ser una amenaza. La razón son las presiones sobre los precios de los alimentos a finales del 2010, por cuenta del desastre invernal.
Tanto que por cuenta del impacto del invierno el Índice de Precios al Consumidor, IPC, cerró el 2010 en 3,17%, mientras los alimentos subieron el 4,09%. Esos indicadores encendieron las alarmas.
A frenar la inflación
Ante esas nuevas expectativas inflacionarias, el Banco de la República dio el primer campanazo para avisar que el costo del dinero volverá a encarecerse. El pasado 25 de febrero subió su tasa de referencia de 3% a 3,25%, luego de varios meses de quietud.
La Junta del Emisor notificó que vendrán más ajustes, los cuales la banca comercial trasladará automáticamente a sus clientes dentro de las próximas semanas.
El gerente del banco central, José Darío Uribe, justificó el alza de las tasas al señalar que “los estímulos monetarios ya habían sido suficientes” para hogares y empresas, y la propia recuperación económica.
Ahora, señaló, el desafío será evitar que la inflación vuelva a saltar, y ello se hará a través de una moderación del consumo de bienes y servicios, pero sin estrangularlo.
Y así lo ratificó en Cali, uno de los codirectores del Emisor, Juan José Echavarría, al señalar que “definitivamente se viene una nueva etapa de crecimientos paulatinos en las tasas de interés, pues las razones para mantenerlas bajas ya no rigen”.
Recalcó que no es sano mantener tasas bajas de manera prolongada y así lo esperan los mercados, que estiman que el Banrepública podría subirlas hasta en 4,7% en el 2011.
Así lo reconocen analistas y banqueros al señalar, sin embargo, que “un enfriamiento del crédito no amenazará la recuperación económica”.
En esa línea, Sergio Clavijo, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, calculó que “las tasas del Emisor podrían subir hacia el 4,5% o el 5% este año”. Aún así cree que el repunte en los intereses bancarios será moderado.
“Creemos que el Emisor hizo bien en subir las tasas de interés mejor temprano que tarde, precisamente para que no tenga que pensar tardíamente en hacerlo de forma exagerada”.
Asimismo, el economista consideró que el rebrote inflacionario no tiene porque afectar la expansión crediticia, la que estima, crecerá este año 10%.
En esa teoría coincide Bernardo Noreña, presidente del Citibank Colombia quien asegura que el Emisor actuó a tiempo porque “la fiesta de tasas bajas ya pasó, pero sin que se afecte la cartera de consumo”.
Y en esa tónica están muchos bancos centrales de Latinoamérica que ya ajustaron sus tasas. La Unión Europea proyecta hacerlo desde su tasa base del 1% a partir de abril, según Jean-Claude Trichet, presidente del BCE.
“Esa luna de miel en el crédito se acabó por cuenta del incremento hecho por el Banco de la República”, apuntó por su lado, Roberto Steiner, director de Fedesarrollo.
El investigador consideró que “hubo tasas bajas, porque la inflación iba en piloto automático, pero eso ya no es posible luego de la ola invernal”.
Eso sugiere que los colombianos deberán moderar su gasto, y de hecho los caleños lo están haciendo. Fedesarrollo encontró, por ejemplo, que desde septiembre del 2010 la disposición de comprar carro a crédito cayó en 19,5 puntos porcentuales.
“Nos vamos a tener que acostumbrar a las nuevas alzas en los intereses de aquí a diciembre”, recalca por su lado, Álvaro Camaro, vicepresidente del Grupo Interbolsa.
En otras palabras, endeudarse será en adelante un asunto serio, y menos si el bolsillo no resiste. La moderación será la clave a la hora de gastar.
Lo que deben los colombianos
De acuerdo con la Superintendencia Financiera, los colombianos adeudan hoy a la banca $179 billones. Las facilidades y las favorables tasas de interés llevaron a que en el último año la cartera bruta de créditos del sistema creciera en $25,3 billones.
En préstamos comerciales, personas y empresas, los bancos reportaron en el 2010 una cartera de $112 billones, mientras en consumo esas deudas ascendieron en diciembre pasado a $48,1 billones. El incremento fue de casi $8 billones respecto a enero del 2010.
Los subsidios a la tasa de interés otorgados por el Gobierno dinamizaron la compra de vivienda por parte de los hogares. Esa cartera bruta alcanzó los $13,2 billones en diciembre del 2010.
En microcréditos también hubo avances. La cartera bruta total subió de $3,8 billones en enero del 2010 a $,4,3 billones en diciembre, a pesar de que los intereses bordean el 29% efectivo anual.
Tomado de: https://www.elpais.com.co/elpais/economia/noticias/llego-fin-del-credito-barato-en-colombia