Los profesionales jóvenes anhelan ser jefes a corta edad. Encuentre aquí las herramientas para que llegar a un cargo directivo antes de sus 30 años se convierta en una realidad.
Uno de las mayores anhelos de los jóvenes cuando empiezan a trabajar es lograr ascender al interior de su organización y llegar antes de sus 30 años a ser jefe. La pregunta que todos se hacen es cómo lograrlo. Son muchas las empresas que consideran que la edad no es un factor determinante a la hora de un ascenso.
Lo primero que se mira es que el perfil de su candidato se ajuste a los requerimientos del cargo, incluso cuando se trata de un cargo directivo. La dirección de Gestión Humana de EPM señala que ese perfil está constituido por los conocimientos requeridos, la experiencia y las competencias que permiten un desempeño exitoso en dicho cargo, razón por la cual, la persona que evidencie el mayor nivel de ajuste es quien es ascendida. Así las cosas, la herramienta para crecer es comenzar a explotar las ventajas que una persona joven representa para la organización, así como trabajar en minimizar todas las desventajas que los de menor edad tienen frente a los mayores.
¿Qué ventajas deben explotar?
Una vez empiece su vida laboral, los jóvenes deben encargarse de demostrar al interior de su compañía que los de menor edad se caracterizan por ser más creativos e innovadores, tener mayor capacidad de aprendizaje, estar más abiertos a nuevas prácticas, desafiar el ‘status quo’, estar más enfocados hacia los resultados y tomar mayores riesgos, lo que les otorga un valor agregado frente sus compañeros de trabajo mayores.
Víctor Velázquez, gerente de Recursos Humanos de Procter & Gamble Colombia, señala que una de las mayores ventajas de los jefes jóvenes es que traen ideas frescas y perspectivas diferentes a su equipo de trabajo que llevan un buen tiempo establecidos, modificando procesos y ayudando a romper la rutina.
Contar con jefes jóvenes también contribuye a lograr mayores niveles de ‘diversidad’, lo que en el caso de Procter & Gamble, es valorado y reconocido como una ventaja competitiva que promueve la innovación y la generación de mejores y más rápidas soluciones a problemas u oportunidades.
Un jefe joven además puede actuar como punto de enlace para cerrar brechas generacionales entre grupos de trabajo, ayudando a ambos extremos a adaptarse y encontrar un punto común que lleve a todos a colaborar de la mejor manera, sostiene Velázquez.
¿Qué aspectos deben mejorar los jóvenes?
Los jóvenes normalmente fallan cuando tienen que escuchar. Gabriel Sander Vicepresidente de Recursos Humanos de Unilever Middle Americas considera que el mayor problema es que la gente joven piensa que se las sabe todas y es claro, que el tiempo después deja claro que no necesariamente era así.
También es clave que los jóvenes logren completar la experiencia necesaria para construir credibilidad en su empresa y así mitigar el escepticismo que en un grupo de trabajo produce tener un jefe joven. No existe un tiempo determinado para saber cuándo un individuo tendrá la experiencia necesaria para llevar nuevos desafíos. Todo depende de las situaciones particulares que se le presenten en su posición actual y la rapidez con la que pueda asimilarlas y convertirlas en casos exitosos, dice Velázquez.
No deben caer en la trampa de pensar que lo más novedoso y lo más actualizado es, necesariamente lo mejor, pues puede llegar a desconocer experiencias valiosas, sostiene la dirección de Gestión Humana de EPM. Tampoco puede permitir que su familiaridad con el uso de la tecnología, le reste valor al contacto personal y a las conversaciones presenciales, ya que puede terminar estableciendo barreras para la comunicación efectiva con su equipo de trabajo.
Cómo escalar a temprana edad
Los jóvenes, desde su primer día de trabajo, deben buscar involucrarse en distintos retos y experiencias, para lograr de esta manera, entender y conectar diferentes aspectos del negocio que vayan más allá de su área de responsabilidad.
El empleado debe dar la confianza a su jefe por medio de resultados para que este a su vez le dé más responsabilidades y lo deje tomar decisiones de mayor importancia, convirtiéndose así en dueño de procesos que le den una mayor exposición a los retos de la empresa, señala Velázquez.
Los jóvenes profesionales también deben demostrar de forma permanente que conocen y tienen claro el propósito, los valores y principios de la organización y que son capaces de aplicarlos y hacerlos aplicar en cualquier momento. Adicional a esto, para que un joven llegue a ser jefe antes de los 30 debe reunir los siguientes atributos:
– Tener una formación académica tanto en temas técnicos, como de liderazgo y gestión.
– Sentir pasión por lo que hace y disfrutar cada momento en su trabajo.
– Conocer su entorno y entender los valores, la misión y los objetivos de su compañía.
– Desarrollar altos niveles de compromiso.
– Ser creativo e innovador.
– Contar con un perfil diferenciado de liderazgo.
– Tener capacidad para alcanzar resultados en tiempo y forma. Trabajar bien en equipo.
– Apoyar las tareas de sus compañeros de trabajo cuando sea necesario.
Lo más importante es saber, desde que llega a una organización, que le falta mucho por aprender y que debe correr riesgos con el fin de encontrar al líder del futuro, concluye Salander.
Tomado de : https://www.finanzaspersonales.com.co/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=872