Fuente: www.portafolio.com.co.
Este martes podría iniciarse la discusión pública sobre el proyecto de reforma arancelaria con la cual el Gobierno busca reducir los costos de una amplia gama de bienes importados.
Agricultores se quejan de falta de información del Gobierno, que está haciendo cuentas sobre el costo fiscal de la reducción de aranceles, cuyo objetivo, dice, es mejorar la competitividad del país.
En los primeros días de la semana pasada, equipos técnicos de los Ministerios de Comercio y Hacienda estuvieron ‘mirando’ el derrotero general del ajuste a las tarifas arancelarias, pero sin entrar en detalle alguno, por la ausencia de un borrador sobre el cual trabajar.
Fuentes al tanto del asunto aseguraron que el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, ha venido recibiendo insumos técnicos de sus colaboradores para las charlas que debe sostener con su colega de Hacienda, Juan Carlos Echeverry.
Al Gobierno, en general, le preocupa el impacto que una reducción de aranceles tenga sobre las finanzas públicas, cuyo déficit para este año se estima en 4,1 por ciento del PIB, al tiempo que con ello busca mejorar la competitividad del empresariado colombiano.
Las tarifas arancelarias, de acuerdo con lo dicho por Díaz-Granados, serán disminuidas para las materias primas y bienes de capital no producidos en el país, para aquellas materias primas e insumos cuyos niveles superen las tasas de los productos terminados y las que permitan darles un empujón a cuatro de las cinco locomotoras definidas por el Gobierno para impulsar el crecimiento económico (se excluye minería).
En carta enviada al Ministro de Comercio la semana pasada, el presidente de la SAC, Rafal Mejía, se quejó por la falta de información del Gobierno sobre la reforma ya que, dijo, lo único que ha recibido el gremio agropecuario son anuncios fragmentarios hechos en diversos foros, “en los cuales se ha candidatizado a priori y sin mayor información al sector agropecuario para esta reducción arancelaria”.
La reforma también apunta a que haya una mayor demanda de dólares, por los menores costos de las importaciones, y a que esto tienda a mejorar la tasa de cambio, cuya aguda revaluación está golpeando a los exportadores y a los productores nacionales que compiten con los bienes importados.
Sin duda, este será uno de los debates más candentes del ajuste arancelario, que enfrentará posiciones radicales en favor y en contra.
La controversia no sólo será entre voceros de diferentes gremios del agro y de la industria y de institutos de investigación, sino en el mismo Gobierno, que incluye a miembros del Banco de la República.
El titular de la cartera de Comercio aseguró que, tan pronto como depuren con el Ministerio de Hacienda la iniciativa arancelaria, esta será sometida a un intenso pero relativamente corto debate público para que gremios, empresarios, academia y cualquier sector interesado puedan opinar ella, con el fin de poderla aplicar en el menor tiempo posible.