Fuente: www. dinero.com
Las expectativas de Estados Unidos de duplicar sus exportaciones con la aprobación de nuevos tratados comerciales está abonando el terreno para el acuerdo con Colombia.
Nadie quiere hacerse ilusiones sobre una rápida aprobación en el Congreso de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia. Pero desde hace unos meses, inversionistas, consultores y empresarios de los dos países han iniciado los preparativos para la puesta en vigencia del acuerdo.
Aunque no se comprometen con una fecha precisa, el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz Granados, y el presidente de la Cámara Colombo-Americana, Camilo Reyes, coinciden en que la coyuntura que viven los dos países podría jugar a favor de esta aprobación. Todo parece indicar que esto ocurriría en el primer semestre de 2011. ¿Por qué este cálculo?
Para el ministro Díaz Granados, “en los últimos meses se han generado componentes adicionales que sugieren que el ambiente político está haciendo un giro a favor del tratado y, si bien esto hay que manejarlo con los pies en la tierra, tenemos unas expectativas razonables para lograr la aprobación”.
El relanzamiento de la relación comercial, los cambios en la política exterior de los dos países, la preocupación de los empresarios estadounidenses por la entrada en vigencia de los TLC con Canadá, Suiza y Noruega y la importancia que ha cobrado en Estados Unidos la búsqueda de nuevos mercados, son algunos de los elementos que podrían acelerar esta decisión.
Pero quizá la señal más clara la dio el pasado 16 de septiembre el presidente Barack Obama, cuando presentó la Iniciativa Nacional de Exportación -diseñada por un grupo de expertos de alto nivel-, con la que su gobierno planea duplicar las exportaciones de aquí a 2015 para acelerar el crecimiento de la economía y generar nuevos empleos. Una de las recomendaciones centrales de la iniciativa señala que para conseguir este objetivo será clave aprobar los TLC negociados con Colombia, Panamá y Corea.
Gary Locke, secretario de Comercio de Estados Unidos, sostiene que “las exportaciones están liderando actualmente nuestra recuperación económica” y por ello la meta es pasar de exportaciones por US$1,57 billones en 2009 a US$3,14 billones en 2015.
Este nuevo enfoque de la economía estadounidense está abriendo la ventana de oportunidad que empresarios y gobierno han esperado desde 2006, cuando concluyeron las negociaciones del TLC pero se bloqueó la aprobación en el Congreso por el enfrentamiento que vivía el legislativo con el ejecutivo, en un pulso de política interna.
El presidente de la Cámara Colombo-Americana sostiene que luego del proceso electoral legislativo en Estados Unidos, el 2 de noviembre próximo se abre una nueva oportunidad para el TLC colombiano. Aunque no descarta que la iniciativa pueda ser considerada una vez transcurrido el periodo electoral y antes del receso de Navidad -que inicia en la segunda semana de diciembre-, cree que la época más propicia será el inicio del periodo legislativo a partir del 20 de enero de 2011.
Para esa fecha está previsto poner en marcha una estrategia conjunta de los sectores público y privado de los dos países, que destacará los beneficios del acuerdo comercial. “Es importante reiterar que Colombia es un aliado estratégico para Estados Unidos y, sobre todo, que este es un acuerdo que nos beneficia por igual a los dos países y genera oportunidades de inversión y empleo de doble vía. Sin embargo, debemos entender que el comercio es solo una pieza de una relación más integral”, sostiene Reyes.
La estrategia en el país será coordinada por el Ministerio de Comercio y el nuevo embajador en Estados Unidos, Gabriel Silva, y tendrá como aliado al vicepresidente Angelino Garzón, quien se encargará de divulgar los avances en protección de derechos humanos y laborales.
Vientos de cambio
El presidente Juan Manuel Santos ha dicho que se debe replantear la relación con Estados Unidos para ir más allá de temas tradicionales como el Plan Colombia y la lucha contra el narcotráfico. En materia comercial, considera que el desafío será hacer aprobar el TLC.
Nadie duda de que la tarea del nuevo embajador en Estados Unidos será dura. Su antecesora, Carolina Barco, listó más de 1.500 citas que sostuvo con congresistas norteamericanos para abonar el camino al tratado. Silva tiene ahora el reto de poner en marcha una estrategia que garantice la aprobación del TLC con el propósito de generar nuevos flujos de inversión, creación de empresas y más puestos de trabajo en el país.
El embajador se ha mostrado optimista. “Nuestra capacidad de convocar apoyo a ese tratado ha crecido significativamente y creo que le llegó la hora a Estados Unidos de hacer el pedazo que falta de la tarea”, dijo durante su posesión.
El tema comercial es quizá una de las mayores coincidencias que existen hoy en Colombia y Estados Unidos, que han visto en los acuerdos de libre comercio el camino idóneo para impulsar las exportaciones y, por esta vía, el crecimiento económico.
Sin embargo, el Congreso de Estados Unidos es el que tiene la última palabra.