Fuente: www.portafolio.com.co
La formalización empresarial, como factor esencial para la competitividad, es el tema central de debate en la Asamblea Iberoamericana de Cámaras de Comercio (Aico).
Desde hace tres años, María Eugenia Jaramillo y Fabiola Lozano reciclan aceite vegetal, aunque también aceptan aceite animal reutilizado.
Siempre iban a los mismos restaurantes a buscar su materia prima, pero se cansaron de rogar para que les vendieran un poco, así que decidieron tocar otras puertas. Ahora se lo compran a Manitoba, la fábrica de maní e incluso a los grandes asaderos de pollo.
Sin embargo, aún no están conformes. Esta ingeniera de sistemas y esta economista planean campañas educativas para que el aceite en que se fritan los huevos, la carne y las hojaldras sea reciclado en las unidades residenciales. Después, ellas pasarán a recogerlo y pagarán por él.
También tomaron otra desición: formalizarse. “Teníamos miedo de hacerlo, pero ahora que dimos el paso podemos llegar a las grandes empresas en busca de este aceite. Lo que nos ha dado duro es pagar IVA por algo que, aparentemente, es basura”, dice Jaramillo sobre su empresa Recigrasas.
Según Asocámaras, en Colombia la informalidad empresarial es del 50 por ciento.
La formalización empresarial como factor esencial para la competitivida es, precisamente, el tema central que se debate en la Asamblea Iberoamericana de Cámaras de Comercio (Aico), que delibera desde ayer en Cali.
El llamado del presidente de Aico, Ambrosio Bertolotti, fue a que los países bajen la carga tributaria a la actividad empresarial, pues, según el directivo, cuando más se regula es cuando más crece la informalidad.
“El sector privado es el único que verdaderamente genera recursos legítimos. Se pensó que el Estado podía organizar la economía, desconociendo el mercado mismo y realidad se encargó de demostrar que fue un desastre. Eso volvió a revalorizar el papel del empresario”, dijo Bertolotti durante la instalación de la Asamblea.
Desde hace un año, a través del Programa Nacional de Formalización liderado por la Cámara de Comercio de Cali, a nivel nacional lo han hecho 8.038 micro y pequeñas empresas, 3.000 de ellas en la capital del Valle.
Ricardo Díaz estuvo 20 años dedicado a fabricar cinturones de cuero desde la informalidad, y hace cuatro meses comenzó a recorrer el camino de la formalidad y se dio cuenta de que la correa que vendía al por mayor en 14.500 pesos, una vez sacado los costos y la mano de obra, podía negociarlas en 21.000. “Sigo fabricando 30.000 unidades mensuales pero, ya no soy obrero de nadie, antes las hacía porque me las encargaban, ahora las vendo con mi propio nombre y soy yo quien las comercializa”, contaba Díaz.
Según Bertolotti, Perú y Colombia son dos de los países con índices de informalidad preocupantes, mientras Chile ha logrado reducirlo. “Hay que combatir la informalidad que no produce nada, que no entrega nada para sus países, pero que sí corroe a la empresa legalmente establecida”, dijo Bertolotti.
Paralela a la Asamblea Iberoamericana de Cámaras de Comercio en Cali, se lleva a cabo Exponegocios 2010.
Tomado de: https://www.portafolio.com.co/bienestar/perfil/empresarios-preocupados-por-informalidad_8000402-3