Fuente : www.larepublica.com.co
La crisis económica continúa en Estados Unidos, así como el debate sobre adónde se han ido todos los trabajos y cuándo podrían regresar – si acaso.
Mike Konczal, del Instituto Roosevelt, recientemente publicó en su blog una excelente investigación donde examinó por qué el desempleo sigue siendo tan alto. Señala: “Hay dos teorías. La primera es de demanda agregada. La segunda trata de un desajuste de habilidades”.
Lo que no dice explícitamente – aunque se entiende tácitamente – es que estas dos teorías tienen implicaciones de política muy distintas. Si el problema es la demanda agregada (la suma total de bienes y servicios que serán comprados en un período dado), deberíamos estar haciendo todo lo posible para aumentarla, incluyendo embarcarnos en expansión fiscal y política monetaria no convencional.
Si se trata de un desajuste de habilidades en el mercado de trabajo, no deberíamos intervenir, porque cualquier esfuerzo por crear empleo dejaría sin efecto parte del trabajo de las depresiones. En este caso, las crisis económicas de hecho tienen un propósito útil: posibilitan cambio económico – lo que significaría que sería un error estimular la economía, aun con políticas monetarias. Entonces, ¿cómo decidimos qué teoría aplicar?
La respuesta es ver la evidencia – específicamente, preguntarnos si lo que vemos lleva la firma de una u otra teoría. La opción de la demanda agregada sugiere que deberíamos ver reducción en el empleo en todas las industrias, dado que trabajadores con todo tipo de habilidades se enfrentan a un mercado laboral deficiente.
La teoría del desajuste afirma que deberíamos ver exceso de mano de obra en algunos sitios y escasez en otros.
Y el Sr. Konczal muestra que la información se adecua abrumadoramente a la teoría de la demanda, no a la del desajuste.
Los principales sectores de Estados Unidos – y los principales puestos – han sufrido aumento en trabajo involuntario de medio tiempo. No hay ningún indicio de escasez de oferta de mano de obra en algún sector.
Veamos otra evidencia – algo de lo que he hablado en columnas recientes. Un sondeo de septiembre de la Federación Nacional de Empresas Independientes muestra que a las compañías más chicas les preocupa más la debilidad de las ventas que los impuestos o las normas, y que las inquietudes por la calidad del trabajo disponible se han desplomado.
Esto sugiere fuertemente que el mercado laboral muestra debilidad en todos los sectores, y que las empresas no tienen problemas para encontrar los trabajadores que necesitan.
Pero una vez que los encuentran, dada la debilidad de la demanda, simplemente no saben qué hacer con ellos.