La cartera crece de forma desbalanceada en el mercado local. La política monetaria continuará siendo expansiva.
Después de la fuerte desaceleración que registró la cartera de créditos desde 2007, esta ha presentado una recuperación moderada en lo corrido del año. Las bajas tasas de interés y la reactivación de la economía han estimulado la demanda por crédito y han reducido la percepción de riesgo por parte de los oferentes de crédito. Sin embargo, la recuperación del crédito ha sido desbalanceada al hacer la desagregación por tipo de cartera. De acuerdo con cifras del BanRep, al 25 de junio la cartera bruta del sistema financiero registraba un crecimiento anual de 4,6% en términos nominales. Aunque la cartera ha mostrado una recuperación en lo corrido del año, esta ha sido gradual y la tasa de crecimiento anual se ha estabilizado alrededor de 4% desde marzo de este año.
La dinámica de los distintos tipos de cartera es desigual: la cartera comercial (58,8% del total) está prácticamente estancada, las carteras de consumo (29,8%) e hipotecaria (8,6%) registran un importante dinamismo, y la de microcrédito (2,8%) se ha desacelerado sustancialmente.
La cartera hipotecaria ha presentado una recuperación significativa desde finales de 2009 ante los alivios de tasa de interés otorgados por el Gobierno. El incremento en la demanda por vivienda se ha reflejado en un mayor crecimiento en el área aprobada para su construcción: en lo corrido del año, hasta abril, las licencias de construcción crecieron 18,9% anual, sustancialmente por encima de la tendencia de 2009 cuando el área aprobada cayó en promedio 15,7% anual. Bajo este escenario, la cartera hipotecaria bruta del sistema financiero (sin incluir titularizaciones) presentaba un crecimiento anual de 21,5% a finales de junio (comparado con 11,4% en diciembre de 2009 y 3% hace 12 meses), generando presiones al alza sobre el nivel de crédito total.
Por su parte, la cartera bruta de consumo crecía 8% anual a finales de junio, frente a una contracción de 0,5% a finales de 2009, evidenciando el mayor ritmo de reactivación de la actividad económica local. El consumo privado pasó de crecer 1,5% anual en 4T09 a crecer 3,5% anual en 1T10. En particular, el consumo de bienes durables registró un marcado cambio de tendencia al crecer 14,5% anual, luego de ocho trimestres de variaciones negativas y de ser el único destino de consumo que aún registraba contracciones hasta 4T09. El Índice de Confianza del Consumidor de Fedesarrollo muestra que el consumo continuó ganando dinamismo en 2T10 al llegar a 27,2 en junio, el mayor nivel en 2 años. Adicionalmente, la disposición a comprar bienes durables también siguió en ascenso durante 2T10 y en junio se ubicó en el nivel más alto desde septiembre de 2008. Igualmente, las ventas del comercio minorista crecieron 7,9% anual en abril de 2010. Esta dinámica ha impulsado la demanda por créditos de consumo durante este período y la tendencia sugiere que lo seguirá haciendo en el segundo semestre del año.
Pese al buen comportamiento que ha presentado el crédito de los hogares (hipotecario y de consumo), el crédito de las empresas (comercial y microcrédito) ha tenido un estancamiento en lo corrido del año, limitando el crecimiento de la cartera total del sistema financiero. La cartera bruta comercial se ha estancado durante los últimos meses y al finalizar junio presentaba un crecimiento de 0,7% anual, sustancialmente por debajo del 16% al que creció en junio de 2009 y levemente superior a la contracción de 0,3% registrada a finales de 2009. Por su parte, la cartera de microcrédito se está desacelerándo de manera importante y a finales de junio crecía 11,5% anual.
En nuestra opinión, la disminución en la demanda de crédito de las empresas está influenciada por la aún débil dinámica en la inversión de capital fijo del sector privado, en medio de una baja utilización de la capacidad instalada en la economía, la cual en mayo se ubicaba en 66,9% (uno de los menores niveles desde el inicio de la serie en 1981, excluyendo la crisis de finales de los 90). La formación bruta de capital fijo (FBKF), sin obras civiles ni construcción registró una contracción de 1,8% anual en 1T10 (aunque menor que las contracciones cercanas a 16% registradas en los tres trimestres anteriores) -cálculos preliminares- y las importaciones de bienes de capital continuaron cayendo en 2T10 (-15,4% anual en mayo). Lo anterior sugiere que la FBKF sin obras civiles ni construcción siguió debilitada en 2T10.
Adicionalmente, parte del crédito comercial ha sido sustituido por emisiones de deuda corporativa no financiera que ascienden a 2,2 billones de pesos en lo corrido del año.
Sin embargo, este monto es inferior a los 3,4 billones de pesos de emisiones no financieras en el mismo periodo de 2009. Otro factor que explica el comportamiento de la cartera comercial es el incremento en el apetito de las empresas por crédito externo ante el bajo nivel de la tasa de cambio que se ha venido presentando en los últimos meses, y ante el mayor atractivo de fondeo en dólares a través de los intermediarios del mercado cambiario (IMC).
La cartera en moneda extranjera del sistema financiero (de la cual el 98,2% es de tipo comercial) creció 12,6% anual en junio, o 29,9% medido en dólares, tras haber presentado tasas de crecimiento negativas desde abril de 2009 hasta mayo de 2010. La revaluación del peso ha contribuido al mayor apetito por crédito externo, y el bajo nivel de caja en dólares (la posición propia de contado o PPC) que han mantenido los IMC durante el primer semestre del año ha abaratado el costo de fondeo final de las empresas. La regulación exige que la PPC sea positiva, lo que implica que cuando los niveles de caja del sistema son bajos, las devaluaciones implícitas en el mercado forward de divisas se ven presionadas a la baja. En julio, la PPC del sistema llegó a uno de sus menores niveles desde mayo de 2007 y las devaluaciones implícitas inclusive han llegado a ser negativas en las últimas semanas.
El costo total del préstamo con el cubrimiento cambiario equivale a la tasa de fondeo en dólares más la devaluación implícita, que al ser negativa hace que el costo final en pesos sea inclusive menor que la tasa de interés de fondeo en dólares. Sin embargo, la cartera comercial en moneda extranjera sólo representa el 6,4% del total de la cartera comercial del sistema, así que el mayor dinamismo que evidencia el crédito comercial en dólares aún no es suficiente para que este tipo de cartera registre una recuperación sostenible.
La situación de la cartera comercial es una de las razones por las cuales seguimos sosteniendo que la política monetaria continuará siendo expansiva en lo que resta del año hasta que haya indicios de mayor recuperación en la cartera total del sistema (liderada por la comercial), en medio de un contexto inflacionario favorable en el corto plazo.