Ernst & Young analizó los requisitos y ventajas en logística ofrecidos por el programa Alianza Aduanera-Empresarial Contra el Terrorismo (C-TPAT por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos y el Operador Económico Autorizado (OEA) que la Dian implementará en Colombia a partir de octubre. Para Ernst & Young la seguridad en la cadena de suministros ha ganado significativa relevancia en los últimos años, debido a una conjugación de factores emergentes que han hecho de la capacidad para asegurar una carga, un requisito cada vez más indispensable al momento de las negociaciones comerciales. A medida que los aranceles y otras barreras no arancelarias reducen su impacto en el mercado, se están incluyendo tópicos nuevos en la elaboración de acuerdos comerciales, como certificación y seguridad, a los que los empresarios colombianos debe adecuarse para mantener o mejorar sus condiciones de acceso a los consumidores de destino. En Colombia la mayor causa de preocupación acerca de la seguridad en las cargas tiene directa relación con el tráfico de estupefacientes, donde el temor se enfoca en la posibilidad de utilizar la cadena de suministros para el contrabando de drogas, e incluso, el transporte de armas. Por ende, Gobierno y empresarios se ven obligados a aumentar sus precauciones y controles. Programas que le apuestan al comercio seguro Existen dos programas particularmente relevantes para el nuevo desarrollo del comercio internacional: el C-TPAT de los Estados Unidos y el framework OEA de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), que según la Dian se implementará a mediados de octubre en Colombia. El C-TPAT y el OEA proponen certificar la adecuación de las empresas a estándares de control que procuran garantizar la seguridad de la carga, disminuyendo así la cantidad de mercancía a ser examinada en puerto, lo cual facilita detectar a tiempo peligros en el proceso de importación de bienes. “El C-TPAT comenzó a funcionar a mediados de 2002 como una asociación entre gobiernos y empresas importadoras, ofreciendo un ingreso limpio de mercancías a los Estados Unidos, a cambio de la protección de los contenedores de carga contra actos terroristas”, comentó Carlos Ochoa, gerente del programa C-TPAT, en el evento Preparándonos para el TLC con EEUU, organizado por Ernst & Young. Aunque las empresas colombianas no pueden ser miembros del C-TPAT, juegan un rol clave en la validación externa que aplica a los importadores norteamericanos dentro de su proceso de admisión al programa. “Como socio comercial del importador estadounidense certificado, o que busca certificarse como miembro C-TPAT, la participación de las empresas colombianas consiste en cumplir con los criterios mínimos de seguridad que aplican y está potencialmente sujeta a una diligencia de verificación física de cumplimiento por parte del Departamento de Aduanas”, explicaron Claudia Montoya y Gustavo Lorenzo, Gerentes Senior de Customs and International Trade para Ernst & Young USA y Ernst & Young Colombia, respectivamente. El mayor beneficio de este programa para el exportador colombiano es la oportunidad de alinear sus procedimientos y posicionarse frente a sus clientes en Estados Unidos. Según la firma, algunas industrias con gran ventaja competitiva que han obtenido validaciones dentro del C-TPAT en Colombia han sido: flores, café, cemento, dulces, textiles, papel plástico y aerolíneas. El OEA como figura, según Bernardo Escobar, director de Gestión de Aduanas de la Dian, “forma parte de una cadena logística de comercio internacional que facilitará las operaciones aduaneras y busca atacar el terrorismo, el contrabando y fortalecer las relaciones entre las aduanas”. De otro lado, Viviana López, asesora de la Dirección General de la Dian, agregó que en materia internacional el OEA traería beneficios a los exportadores, los cuales agilizarían sus trámites al reducir el número de inspecciones aduaneras. El OEA aplicará no sólo para empresas grandes, sino para medianas y pequeñas. Según el Gerente Senior de Customs and International Trade para Ernst & Young Colombia, Gustavo Lorenzo, dados los retos siempre cambiantes que las empresas y las autoridades enfrentan para garantizar la seguridad de una cadena de suministro global, a futuro la expectativa es que ambos programas continúen fortaleciéndose. “La consolidación de la figura de Reconocimiento Mutuo, por medio de la cual dos estados reconocen sus programas de seguridad (Ej. C-TPAT y OEA colombiano) son un gran avance en el estrechamiento de relaciones comerciales con clientes en Estados Unidos y el reconocimiento internacional al exportador colombiano como un aliado estratégico en la cadena logística”, concluye Gustavo Lorenzo. El Departamento de Aduanas de Estados Unidos ha manifestado que continuará estudiando nuevos beneficios que sean relevantes a un programa enfocado en seguridad. Sin duda, las empresas que en el futuro sean operadores del programa OEA, tendrán más oportunidades de negocios en el mercado norteamericano. |