Fuente: https://www.dinero.com/
La Asociación Bancaria asegura que Colombia es un país bastante oneroso en términos del cumplimiento de requisitos regulatorios. Igualmente aseguran que la regulación está sustituyendo la autonomía de las entidades.
“Colombia es un país bastante oneroso en términos del cumplimiento de los requisitos regulatorios”, dijo la presidente de la Asobancaria, María Mercedes Cuéllar López, y citó el último resultado del índice de desarrollo financiero, publicado por el World Economic Forum que, en el índice de carga de la regulación gubernamental, ubica a Colombia en el puesto 50 entre 57 países, con un nota de 2.7 sobre 7.
En opinión de la dirigente gremial, la regulación ha llegado a ser tan detallada que, en algunos casos, ha sustituido la autonomía de las entidades. Además, agregó, ha homogeneizado las entidades a tal punto que ha dejado de lado el reconocimiento de la importancia de la estrategia del negocio y del diferenciado perfil de riesgo entre entidades.
Cuellar añadió que el país ha sido conservador y cuenta con una estructura de administración de riesgos sólida. Además que ha hecho avances significativos en términos de la transparencia y calidad del capital, y de la administración de riesgos, como es el caso del crédito, basados en las pérdidas esperadas y las provisiones contracíclicas.
Por lo anterior, el gremio bancario cree que existe confianza en sus sistemas de control interno y en la capacidad administrativa de las entidades, por lo que están dispuestos a autorregularse en la administración de riesgos.
Requerimientos de capital y Basilea III
Al respecto la dirigente gremial comentó que la modificación de requerimientos de capital realizada por el Comité de Basilea, “resulta onerosa para la economía mundial y la sociedad en general, en la medida que limita la capacidad de los bancos de aumentar los niveles de crédito, aumentar sus inversiones y sus utilidades”.
Para Asobancaria las entidades tienen tres maneras de adaptarse a la nueva medida, todas con sus consecuencias.
1. Disminuir el valor de los activos ponderados por riesgo, con graves implicaciones sobre la oferta de crédito, el perfil de aversión al riesgo y los flujos de inversión de los bancos.
2. Con el propósito de evitar la contracción del crédito y mantener la rentabilidad del negocio para atraer inversionistas, aumentar los precios de los servicios que prestan y buscar alternativas de generación de ingresos adicionales, diferentes de los obtenidos con la actividad bancaria.
3. Retener utilidades, en perjuicio de los intereses de los accionistas, desincentivando la inversión en la actividad financiera.
Cuellar declaró que el sector bancario en Colombia está respaldado por un tipo de capital más tangible y sólido que el de las economías industrializadas. Sin embargo, que esa solidez es muy costosa en términos de rentabilidad.
Tomado de: https://www.dinero.com/actualidad/economia/banqueros-dispuestos-autorregularse_80043.aspx