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Sin embargo, la celebración se aguó al conocerse que este descenso se desprende de una informalidad creciente en la ciudad, según analistas consultado por LR.
Un reporte del Dane divulgado este viernes da cuenta del deterioro en la calidad del empleo en la capital del país. Con un 47% para el último trimestre del año pasado y un saldo de 1.809.000 personas ocupadas informalmente, frente a las 1.591.000 del mismo periodo en 2009, la capital del país continúa sumergida en una situación laboral complicada.
En los últimos años, Bogotá se ha convertido en una máquina laboral, absorbiendo la mayoría de los nuevos empleos del país. De hecho, la tasa global de participación fue de 70,7%, un reflejo de que la gente ha visto en la capital la posibilidad de encontrar ocupación más fácilmente que en otras partes del país. Las cifras lo confirman. El número de ocupados aumentó 326.000 entre el cuarto trimestre de 2009 y de 2010.
Y aunque se reconoce que las obras públicas, como las construcciones del Transmilenio y de la malla vial urbana están contribuyendo a la caída de la desocupación, el mérito no se lo llevan los 200 frentes de construcción de la Alcaldía de Bogotá. "La generación de empleo se está dando notablemente en el sector informal de la ciudad. La reducción de las tasas de desocupación está ocurriendo a costa de la calidad del empleo", explicó Saúl Pineda, director del Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas (Cepec) de la Universidad del Rosario.
Una cifra que corroboraría la presencia de la informalidad, es el número de afiliados al fondo de cesantías. De acuerdo con Asofondos, el dato de noviembre de 2010 fue de 1.875.247, y en diciembre, 1.863.515, un descenso que, a parte de señalar el retiro de dinero, podría ser un indicador de este fenómeno social. Otro de los problemas que resaltó Pineda fue el del subempleo. "Cerca del 10% de las personas que están ocupadas están desempeñándose por debajo de su capacidad productiva", añadió. La situación es crítica para los jóvenes que, según el director del Cepec , salen a buscar trabajo sin la capacitaciones y habilidades que demandan los empresarios, quienes estarían dispuestos a pagar buenos salarios a los más preparados.
"Actualmente, Bogotá es el gran epicentro nacional del rebusque, una especie de cluster de negocios informales que emplea a millones de personas de todas las regiones del país", es la descripción que Gaviria hace en su blog "Bogotá Paradójica".
Para Carlos Córdoba, coordinador de Bogotá Cómo Vamos, el creciente aumento en la informalidad "es un llamado de atención a políticas nacionales, a la responsabilidad empresarial y una invitación a que la institucionalidad del distrito apoye más fuertemente". Córdoba asegura que en Bogotá sí se está generando empleo de calidad. "No tanto como se debería, por la alta migración, la llegada de desplazados a la capital y la entrada prematura de jóvenes al mercado laboral", agregó.
En la ciudad, 50% de las viviendas están construidas de manera informal y por cada casa que se hace se generan cuatro empleos, según Sergio Mutis, presidente de Constructora Valor S.A. Este es el escenario de la realidad laboral bogotana: el desempleo ha disminuido paulatinamente, porque la informalidad ha aumentado.
"Este problema genera inseguridad social y física, una ciudad desordenada, sin planeamiento, con dificultades urbanas y, por sobre todo, sociales", indicó Mutis. "La informalidad termina siendo un círculo vicioso", dijo Pineda. Como primer obstáculo, el experto indicó que no se garantiza ingresos dignos a los empleados. Así las cosas, no es el momento de fiestas en la Alcaldía, pues hay mucho trabajo por delante.
Soluciones al fenómeno del empleo no formal
Para Sergio Mutis, presidente de Constructora Valor, se debe emprender unas acciones público-privadas junto con una gran inversión del distrito para eliminar la problemática social de los ciudadanos bogotanos.
Saúl Pineda, director del Cepec, explicó que "se deben generar estímulos a las empresas, se debe trabajar la formación técnica y tecnológica de los jóvenes, una formación pertinente a las necesidades de los empresarios, y debe haber un trabajo conjunto con el sector privado". Según el experto, se deben integrar las políticas nacionales ya planteadas en el Plan Nacional de Desarrollo con las distritales en cuanto al mejoramiento de las políticas laborales del país.
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