Bajas en las mesadas pensionales

El pasado 30 de julio, la Superintendencia Financiera de Colombia, mediante la Resolución 1555, actualizó las tablas de mortalidad que las aseguradoras de vida y los fondos administradores de pensiones utilizaban para estimar la esperanza de vida de los colombianos.

La información que hasta ahora estaba disponible correspondía a la de los pensionados entre 1980 y 1988. Era claro que había un problema de desactualización, pues los patrones de mortalidad de las personas cambian en el tiempo dados los avances en el sistema de salud y nutricionales, afirma Fasecolda.

Las nuevas estimaciones hechas por la Superintendencia indican que la esperanza de vida de las mujeres aumentó en siete años y la de los hombre en cuatro. Esto quiere decir que una mujer vivirá más o menos 86,7 años y un hombre cerca de 83,3 años.

Estas cifras están más acordes con las tendencias internacionales. En Chile una mujer hoy viviría hasta los 87,9 y un hombre hasta los 83,3. En México una mujer llegaría a los 83,3 aproximadamente y los hombres estarían viviendo hasta los 79,3. El hecho que los colombianos vivan más años implica cambios en los cálculos de pensión.

Pero, ¿cuál será el impacto de esta actualización para los colombianos?

No será nada despreciable, pues es bastante probable que este ajuste toque el bolsillo de aquellos pensionados que hayan escogido la modalidad de retiro programado o estén haciendo aportes a los fondos privados (Protección, Skandia, Citi Colfondos, ING Pensiones y Cesantías y BBVA Horizonte).

En efecto, la mesada pensional bajo la modalidad de retiro programado caerá. A partir del 1 de octubre de este año, los fondos de pensiones empezarán a utilizar las nuevas tablas para hacer sus cálculos actuariales. Lo cual implica que todos los que hagan sus aportes a los fondos privados necesitarán ‘estirar’ su ahorro.

¿Por qué? El hecho que una persona viva más, significa que el ahorro acumulado después de terminar su vida laboral, deberá alcanzarle para cubrir el pago de más años de mesada pensional.

Es aquí donde todos los colombianos tendrán que revisar sus finanzas, porque es probable que bajo esta modalidad, una vez cumpla con los requisitos de edad y el número de semana cotizadas, tenga que empezar a preocuparse por cómo hacer para que su ahorro le alcance para más tiempo.

Las opciones que tienen los colombianos son dos. La primera empezar a ahorrar más allá de los aportes obligatorios para tener un colchón para la vejez. La segunda es acomodar su nivel de gastos para vivir una vez se pensione con un ingreso incluso por debajo del 50% del que tuvo a lo largo de su vida laboral. Panorama nada alentador.

Los que ya están pensionados con retiro programado también sufrirán las consecuencias. La resolución de la Superintendencia, señala que los fondos deberán realizar el recálculo de las mesadas y hacer el control de saldos en la cuentas de ahorro individual, con el fin de asegurar que el capital sea suficiente para financiar por lo menos una renta vitalicia de un salario mínimo.

¿Y los del régimen de prima media? Los colombianos que estén cotizando en el régimen que antes administraba el Instituto del Seguro Social, y ahora está a cargo de Colpensiones, no tendrán mucho de que preocuparse. El Estado colombiano, tal y como está establecido hoy, tendrá que garantizar el mismo monto de mesada pensional, independientemente de los años que se espera que viva el pensionado. Así que en este caso, el problema no es para el trabajador cotizante, sino para el Estado y por ende, para todos los colombianos contribuyentes.

Este sistema, que es financiado con presupuesto de la Nación desde el año 2004, cuando las reservas del Seguro se agotaron, ahora tendrá que continuar financiado la pensión de los colombianos, que según el estudio ahora viven más años. Todo muestra que el hueco seguirá ampliándose.

¿Qué pasará con aquellos que escogieron renta vitalicia? Las personas que escogieron esa modalidad de pensión, tampoco tendrán que asumir cambio alguno, incurriendo en pérdidas, con la actualización de tasas de mortalidad. Su pensión será la misma que pactaron inicialmente con la aseguradora de vida, que es en última la que asume el riesgo de extralongevidad del pensionado.

Está actualización, es vista como favorable por el gremio de las aseguradoras. Para Fasecolda tener cifras más exactas de mortalidad, permite tener mejores estadísticas, y facilitar así el cálculo de la prima que cobran las aseguradoras de vida por la renta vitalicia. Pues era evidente que ante la falta de precisión, incluso para algunas aseguradoras, el producto de renta vitalicia no era atractivo.