La falta de una cultura financiera sobre la cotización que se hace para la pensión está llevando a las personas, principalmente a los jóvenes, a posponer el inicio de su ahorro para asegurar una renta cuando llegue el retiro laboral.
Pero aún cuando hay voluntad de ahorrar, es difícil hacerlo para muchas personas que tienen trabajos informales y mal remunerados, y otros sencillamente creen que ahorrar desde jóvenes es perder plata.
Lo cierto es que de los 21 millones de personas que integran la fuerza laboral solo están aportando alrededor del 30 por ciento, es decir, 7 millones.
Conocer lo que pasa con su cotización es el primer paso para estar tranquilo. En primer lugar, su aporte equivale al 16 por ciento del ingreso mensual, el cual, en el régimen público, si está vinculado al mercado laboral a través de un empleo formal, es aportado en un 12 por ciento por el empleador y el 4 por ciento restante por el afiliado. Los independientes asumen todo el porcentaje de cotización.
El vicepresidente de servicio al ciudadano de Colpensiones, Raúl Vargas, resuelve inquietudes.
¿Cuál es el destino de la cotización de un afiliado al sistema de pensiones?
En el esquema privado (fondos de pensión), la cotización está representada en ahorros, en el público, en semanas.
El 13 por ciento del ingreso base de cotización se destina al riesgo de vejez; un 1,11 por ciento cubre el riesgo de sobrevivencia, entendiéndose este como el que amparará a la persona que le sobreviva al afiliado; un 0,8 por ciento se destina al cubrimiento del riesgo de invalidez, y un 1,09 por ciento restante es para administración del sistema.
Cuando la persona tiene un ingreso superior a 4 salarios mínimos, un 1 por ciento se destina al fondo de solidaridad.
¿Si cotizo más de 1.300 semanas pierdo el resto?
No. Los requisitos mínimos para obtener una pensión en el régimen público son las semanas y la edad. Si el afiliado trabaja desde muy joven, hay dos efectos. El primero: cuando se tienen 1.300 semanas arranca el porcentaje de pensión sobre un piso de 60 por ciento. En la medida en que sube el contador de las semanas, el porcentaje incrementa hasta un techo máximo de 80 por ciento.
El segundo efecto es que, para liquidar el valor de la mesada se tienen en cuenta los 10 últimos años de vida laboral. Así, si la persona en la etapa mayor de su vida logra un empleo estable, su pensión puede ser más alta, pues tiene más oportunidad de ver crecer su salario.
Una de las variables que atemoriza a la gente, en términos de pensiones, es la rentabilidad. En Colpensiones no se habla de rentabilidad, sino de poner a mover el taxímetro de las semanas. 1.300 equivalen a 25 años y allí su pensión está segura. Pero si mete más plata (semanas), su renta para la vejez crece.
Otro temor, sobre todo en los jóvenes, es que, si se van del país, pierden sus aportes. ¿Es así?
La seguridad social nace con criterios locales, pero debe trascenderlos. Lo que aporto en Colombia debo poder llevarlo a donde vaya. Eso implica una armonización de las políticas de los diferentes países. Nuestro país ya tiene convenios internacionales. El más fuerte es con España. También se ha suscrito acuerdo con Uruguay y Chile, y están en curso los de Ecuador y Canadá. El reto es que seamos capaces de homologar, de forma que lo que el aportante dejó aquí le sirva allá o al revés.
¿Y si el afiliado prefiere una devolución?
La seguridad social obligatoria no está para devolverse. Inclusive, si no cumple los requisitos, se están buscando mecanismos, como los BEP (beneficios económicos periódicos) para que la persona pueda acceder a una renta en su vejez.
tomado de:https://www.eltiempo.com/economia/finanzas-personales/que-pasa-si-cotizo-mas-semanas-a-pension/15280397