Entonces, cuando suceden, suelen siempre causar un fuerte impacto en nuestro bolsillo. Por eso no es raro ver, al inicio de cada ciclo escolar o bien al principio de cada año, durante la cuesta de enero, largas filas en casas de empeño. Son personas que buscan obtener liquidez para enfrentar esos pagos.
Otros se endeudan con tarjetas de crédito, que es aún peor, causando un desequilibrio en su presupuesto familiar porque esas deudas tarde o temprano tienen que pagarse.
Estas deudas suelen tener un costo muy alto, desde comisiones por apertura hasta tasas de interés sumamente elevadas. Poca gente se da cuenta de lo que gasta en intereses al año pero en muchas familias es quizá su principal egreso, particularmente si tienen un crédito hipotecario o automotriz
La mayoría de las personas se fija sólo en la mensualidad, pero no en los intereses (que por cierto, aparecen en el estado de cuenta, y que también deberíamos incluir en nuestro registro de gasto para darnos cuenta de todo lo que se nos va debido a ese concepto).
Siempre he pensado que manejar las cosas de esta manera no es lo más adecuado. Deberíamos hacer el esfuerzo de pagar esos gastos antes de que se presenten, no después. Eso lo podemos hacer en nuestro presupuesto separando en él la cantidad necesaria cada mes, para que en el momento en que tengamos que hacer el gasto, lo hagamos con dinero en mano.
Algunas personas prefieren separar el dinero en otra cuenta, para no mezclarlo. Eso no es necesario si tenemos un buen orden y llevamos nuestro presupuesto bien hecho, pero a muchas personas les ayuda. Desde el punto de vista psicológico, no ven el dinero en su cuenta principal.
tomado de:https://www.larepublica.co/los-gastos-ocasionales-deben-ser-incluidos-en-su-presupuesto_248141