Según un dicho popular, solo hay una oportunidad para generar una buena primera impresión. Por eso cuando se trata de buscar trabajo la hoja de vida es fundamental: es la carta de presentación ante los futuros empleadores.

Cualquier error o descuido podría costar el puesto. Steve Joy, asesor de selección en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, escribió para el diario The Guardian los diez errores más irritantes que encuentra cuando evalúa hojas de vida para contratar nuevos miembros en la universidad. Su consejo de oro: "priorizar los logros que son más importantes para el trabajo al cual se está aplicando y no aquellos de los que se siente más orgulloso”.

Semana Educación escogió los cinco errores que todo aspirante debe evitar cuando está buscando trabajo:

Descuidar el lenguaje: Nunca se debe olvidar que la función de la hoja de vida es comunicar todas las cualidades que hacen ideal a una persona para el trabajo. Este objetivo no puede ser opacado con faltas de ortografía o de redacción. Tampoco con un lenguaje confuso o rimbombante y con términos rebuscados. En este caso, la simplicidad es la mejor aliada. “Si no puedes depurar el lenguaje para que sea comprensible a cualquier persona por fuera de la institución en la que trabajas, parecerás un ‘snob’ al que no se le puede pedir que traduzca su experiencia a frases entendibles”, explicó Joy.

Que no sea pertinente con los requisitos de la oferta laboral: Ajustar la hoja de vida al perfil y a las exigencias del trabajo siempre es una opción ganadora. Quien está revisando el currículo no tiene por qué leer ocho páginas sobre información irrelevante para los requisitos exigidos para la vacante. El consejo es que las aptitudes y conocimiento necesarias en la oferta laboral estén primero que el resto de la experiencia. Se recomienda usar la descripción del trabajo como guía para construir el currículo.

Una hoja de vida desorganizada: Las personas que realizan los procesos de selección nunca tienen suficiente tiempo para leer todas las hojas de vida que reciben. Según el diario The Independent, los empleadores dedican 8,8 segundos a leer los currículos. Entonces, hay que facilitarles la tarea y asegurarse de que miren lo más importante. Por eso se recomienda dividir la hoja de vida en secciones claras para que los encargados de revisarla encuentren fácilmente los logros, trabajos anteriores y reconocimientos. Siempre con el énfasis puesto en las exigencias del trabajo.

El orden cronológico: Al empleador le interesa saber cuáles fueron los últimos trabajos del aspirante y el tiempo que duró en ellos. Así como las publicaciones más recientes, en el caso de los académicos. Por eso la hoja de vida debe registrar los empleos del más reciente al más antiguo. De lo contrario, la persona que lee el currículo puede concluir que la última vez que el candidato trabajó fue hace 15 años, por poner un ejemplo. De nuevo, las hojas de vida no se leen en detalle.

No numerar las páginas y exagerar con el uso de negrillas: La recomendación es marcar todas las hojas del currículo con el nombre como encabezado y numerar las páginas. Esto en un sentido práctico tanto para quien lo está leyendo como para el que lo escribió. Además, es muy común que las páginas de una hoja de vida se caigan, se desprendan, se desorganicen, se confundan con las de otros aspirantes, según explica Joy. Es mejor no correr riesgos. En cuanto al uso de negrillas, si es exagerado puede terminar haciendo énfasis en muchas cosas y evitando que absolutamente nada sobre salga.

La clave está en preguntarse qué es lo que el empleador necesita saber de usted y qué es lo que quiere resaltar.

Si quiere saber cómo lograr una hoja de vida perfecta, en este artículo de Semana Educación puede encontrar las recomendaciones de Google. Tampoco olvide la importancia que en este momento tienen las redes sociales y haga de ellas unas aliadas para conseguir trabajo.

tomado de:https://www.semana.com/educacion/articulo/errores-hoja-de-vida/419093-3