La carga de los colombianos, a la hora de pagar impuestos, no es solo económica. Los tropiezos que encuentran al momento de relacionarse con la autoridad tributaria es otro de los dolores de cabeza que no se pueden quitar de encima.
Desde cobros y excesos en los embargos; demoras en el trámite para desembargar; inmovilización y decomiso de mercancías por causas menores, y dificultades para usar los servicios informáticos están incrementando el ritmo de quejas.
Y eso que las estadísticas se miden con base en los que se acercan a la Defensoría del Contribuyente, instancia que solo el 56 por ciento de los habitantes dice conocer.
Así, de enero del 2012 a octubre del 2014, 2.963 personas que creyeron vulnerados sus derechos relacionados con el cobro de impuestos solicitaron ayuda.
En el 2014, siete de cada 10 quejas (68 por ciento) que llegaron a esa entidad se relacionaron con el tema tributario propiamente dicho, mientras que en el 2013 la cifra era de 61 por ciento.
Según el balance de la Defensoría, durante el año pasado tres de cada 10 reclamos (31 %) tuvieron que ver con la actividad del comercio exterior y una de cada 10 estuvo ligada al renglón cambiario (manejo de divisas).
Gloria Jara, defensora del contribuyente, señala que “cada queja se convierte en una oportunidad de prevención y de corrección de los problemas que pueden derivar de la administración tributaria”.
Los contribuyentes, entre tanto, a veces sienten que la entidad recaudadora les da duro. Por ejemplo, un ciudadano que pagó su deuda morosa con la Dian, con un beneficio establecido por ley, acudió a la Defensoría, porque luego de saldar sus cuentas tributarias recibió un nuevo aviso de deuda. Todo porque liquidó su pago de impuestos con una diferencia a su favor, de 1.000 pesos, y por ello estuvo a punto de perder el beneficio tributario que le concedieron.
“En casos como ese, la Defensoría pide que se restituyan los derechos del contribuyente y que se tenga en cuenta el principio de la buena fe, es decir, pensar que la liquidación por debajo del valor se hizo sin ánimo de quitarse obligaciones, sino por un error involuntario en la liquidación”, señala Jara.
El RUT, un tormento
El último trimestre del año pasado fue particularmente tortuoso para miles de contribuyentes. Las largas filas cundían en los puntos de atención de la Dian y la fecha límite para presentar la declaración de renta estaba cerca. En consecuencia, los tropiezos para sacar el Registro Único Tributario (RUT) propiciaron gran parte de los reclamos.
En un principio, el proceso se enredó por la exigencia de un recibo de servicio público para cumplir el trámite, pero rápidamente la Dian estableció que se expidiera el RUT, para presentar la declaración de renta, sin el recibo de servicio público.
No obstante, el colapso en los sistemas informáticos fue otro inconveniente. Y este tema es precisamente uno de los que aumentan las quejas ante la Defensoría del Contribuyente.
Según las estadísticas de esta instancia, durante el 2014, la mayor parte de los reclamos (22 %) de los que aportan impuestos estuvieron relacionados con problemas para usar las plataformas en línea.
Le siguió el tema de la fiscalización y liquidación de impuestos, que generó el 20 por ciento de las quejas, y los problemas de asistencia al cliente causaron un 19 por ciento de las inconformidades.
Dentro de la rama de fiscalización y liquidación, la mayor parte de las dificultades (67 %) pertenecían al área tributaria, y un 30 por ciento tuvo que ver con el trámite en aduanas.
En este último, uno de los casos que manejó la Defensoría afectó a un empresario importador que ingresó al país una carga que venía consignada a su nombre y descrita como artículos deportivos y accesorios.
El funcionario aduanero verificó, pero encontró que se trataba de espadas, lo que lo condujo a valorar el envío como armas blancas. De inmediato inmoviliza la mercancía, acudiendo a la medida cautelar.
El importador argumentó que se presentó un error en la descripción de la mercancía, pero que su carga venía soportada con factura comercial, licencia de importación y el respectivo permiso de Indumil. No obstante, no se hizo el análisis respectivo y le decomisaron la mercancía avaluada en 2 mil dólares. Con la intervención de la Defensoría, la Dian revocó la resolución y continuó la nacionalización de los artículos. Pero el importador tuvo que esperar 189 días, desde que la mercancía fue inmovilizada, para obtener una solución, según confirmó la defensora.
Sin culpa
Los quejosos de la Dian consideran improcedente la imposición de sanciones como cierres de establecimientos, sanciones pecuniarias y cancelación de agencias aduaneras, entre otras, por motivos que ellos consideran ajenos a su control. Es el caso de la imposibilidad de pagar sus obligaciones tributarias por el mal estado de los servicios informáticos.
Otro aspecto, relacionado con el mismo tema, que les causa disgusto a los contribuyentes es la demora para gestionar efectivamente las devoluciones de impuestos, también porque no funcionan los sistemas.
Intereses por mora
También molesta a los contribuyentes que les cobren intereses, aunque hayan sido declarados omisos de impuestos (no pagó a tiempo), cuando ya se han puesto al día, como le ocurrió a un colombiano. Jara explicó lo sucedido.
“Las declaraciones que se presenten sin pago completo de impuestos, sanciones e intereses no tienen efecto alguno (es como si no se hubieran presentado). Por lo tanto, frente a la obligación de declarar, sigue generándose una sanción hasta que se cumpla con ese deber. Aunque se paguen las diferencias pendientes, persiste la omisión y le siguen generando sanciones e intereses”.
¿Qué hizo la Defensoría? “Presentó una propuesta que luego fue incorporada a la ley 1739 del 2014 y, actualmente, los contribuyentes que están en esa situación pueden subsanarla presentando de nuevo la declaración sin liquidar sanción ni intereses”.
El llamado entonces a los contribuyentes es el de acudir a esa instancia, que es el ‘paño de lágrimas’ de los colombianos en materia tributaria.
tomado de:https://www.eltiempo.com/economia/indicadores/las-dificultades-en-los-pagos-de-impuesto-en-colombia/15532960