Si bien aún quedan muchas de esas compañías que surgieron gracias al esfuerzo de varios miembros de una familia, cada vez es más alto el número de empresas familiares que cambian su composición pues son seducidas por un atractivo inversionista.
Para hablar de este tema en profundidad, LR entrevistó al gurú español en empresas familiares Joan Amat, quien estuvo de visita en el territorio nacional.
¿Por qué están desapareciendo las empresas familiares: es un problema de rentabilidad, mala administración o globalización?
Las compañías crecen y el comportamiento natural es que tarde o temprano tienden a desaparecer. Las que quedan deben enfrentar una guerra llamada competencia y este es otro factor que las obliga, en algunas ocasiones, a cerrar. Lo que pasa en las compañías familiares, es decir su diferencia con el resto, es que hay fuerte compromiso de la relación familiar y eso ayuda a que la compañía crezca mucho más cuando todo va bien. Contrario a lo que se cree, las compañías familiares son las que tiene mayor longevidad, por ejemplo, Nintendo, Johnson & Johnson, y en el caso nacional tenemos a Carvajal. Esto demuestra que las empresas familiares tienen mucho más compromiso, aunque es difícil que en términos de gerencia superen la cuarta generación.
¿Por qué?
Hay un momento en el que hay exceso de familiares y eso no permite la rentabilidad. Es ahí cuando los miembros del grupo deben darse cuenta que lo que hace falta en la compañía es 'podar'.
¿Cuál es el tiempo promedio de una empresa familiar?
La estadística de cualquier compañía es durar 45 años, pero las compañías familiares superan este número, especialmente cuando hay una buena relación familiar y cuando se hace la poda necesaria para no crear cargos o hacer gastos administrativos innecesarios. La clave está en la tercera, cuarta y quinta generación, pues deben gerenciar muy bien. El 40% de las causas de la muerte de una empresa familiar es por una crisis interna de los miembros. Las firmas , aunque sean muy rentables, tienden a desaparecer si hay tensiones.
¿Cuál será entonces el secreto de Carlos Slim, los Santo Domingo o Luis Carlos Sarmiento para mantener sus emporios?
Son compañías en la que hay un sentido de identidad muy alto, relaciones paterno-filiales y unas tradiciones familiares de muchos años, incluso culturales, como en el caso de las raíces libanesas de Slim. La cultura latinoamericana está muy pegada a la familia, de ser unidos, esto permite que estos grupos sean muy sostenible.
¿Estas empresas en Europa son muy diferentes a las latinas?
El fenómeno en Europa es muy interesante porque ante la crisis económica en la que desde hace año y medio tenemos un nivel de pobreza que nunca había existido de 10 millones de personas, lo que se está produciendo es un cambio en la concepción de las compañías familiares. Lo que está sucediendo en Europa es que hay una reducción de compañías familiares muy exitosas que ante la crisis no pueden competir con otras compañías, por ejemplo, de la magnitud de Inditex o Zara. Además, influye el tema de la gerencia joven. Cada vez más las empresas se están llenando de gerentes de 35 años, gente que viaja por el mundo y tienen una cultura muy activa, creativa y de renovación. En los próximos 5 o 10 años solo van quedar compañías conocidas que han sabido adaptarse rápidamente antes que las demás. Hay empresas muy buenas, pero no saben adaptarse y por eso fracasan.
¿Qué recomienda: que se vendan estas empresas o que se mantengan como familiares?
Es una pregunta interesante en la que la respuesta adecuada sería ver que si la compañías tiene futuro y si la familia está ilusionada sería fantástico poder continuar. No hay que tomar la decisión de forma irracional o emotiva.
¿Cree que en algún momento estas firmas van a desaparecer?
No. Las empresas siempre van a existir. Lo que pasará es que habrá nuevos negocios. Las compañías al igual que las personas no podemos durar siempre.
Tomado de: Larepublica.com.co