Entre los estudios y las investigaciones de prestigiosas universidades, es mucho lo que se ha hablado con respecto a la inteligencia y las posibles divisiones que tiene, según la teoría del sicólogo Howard Gardner, en su teoría de las inteligencias múltiples.
Existen la inteligencia musical, la kinestésica, visual-espacial, existencial, verbal-lingüística, lógico-matemática, interpersonal, intrapersonal (emocional) y naturalista; todas ellas varían en cada persona dependiendo de su historia de vida, sus habilidades y su relación con el mundo y los demás.
Y aunque lo ideal es que todas de ellas tengan un buen nivel de desarrollo, cada persona tiene características particulares que lo hacen ser más a fin a unas que a otras. Sin embargo, una de las más importantes en cualquier campo de la vida o profesional, es la emocional, que involucra la relación con las otras personas.
Esta permite que la persona tenga la posibilidad de ser empático y tener conocimiento no solo de su lugar en el mundo, sino también de dárselo a quienes le rodean. La perseverancia, el autocontrol y la sociabilidad son las características que identifican esta inteligencia.
La importancia en el trabajo
De acuerdo con un artículo de Mariah Deleon, Vicepresidente de Recursos Humanos en Glassdoor, esta inteligencia permite que las personas sean más adaptables al cambio, trabajen fácilmente en equipo y sean flexibles.
Por supuesto, este puede no ser el fuerte de muchas personas y he ahí también la importancia de que trabajen en ello. Y si bien usted puede ser una persona que se considere con un alto nivel de inteligencia emocional, probablemente encuentre que a su alrededor hay persona que no lo son y no le interesa.
Así, lo ideal es considerar oportunidades y momentos para empezar a trabajar en ello. ¿Cómo identificar si usted tiene un buen nivel o no? Considere algunas de estas situaciones:
• Le molesta cuando los demás esperan que usted sepa cómo se sienten
Esto tiene que ver con la empatía que, de acuerdo con la RAE, es la habilidad de identificarse mental y afectivamente con el estado de ánimo de otra persona. De acuerdo con la web de Lenguaje Corporal, esto puede ser muy común en personas narcisistas.
Y esta situación, en el ámbito laboral, puede traerle grandes consecuencias ya que muchas personas pueden expresar sus sentimientos con actitudes, en vez de palabras y usted nunca las percibe, si no se trata directamente que se lo digan con palabras. Esto puede ser aún peor cuando se trate de un jefe.
• Se sorprende cuando los demás se ofenden por sus comentarios
Y cree que están exagerando la situación o son “sobreactuados”. ¿Le ha pasado o lo ha visto en los demás? De acuerdo con Harvard Business Review esta es una señal evidente de la falta de inteligencia emocional. El hecho de no reconocer cuándo un comentario es apropiado o inapropiado, dependiendo de la persona a la que lo hace, es un grave problema. Incluso, puede llegar a ser un indicio de un problema que se conoce como el síndrome de Asperger.
Una persona, por lo general, reconoce hasta qué punto puede hacer un chiste o comentario sobre alguna situación o característica, porque sabe con quién está hablando. Ahora, si llegó a decir una imprudencia, quien se caracteriza por tener inteligencia emocional; sabe que es hora de decir una disculpa.
• No le encuentra sentido a “caerle bien” a los demás
Esto puede variar en extremos entre “no soy una monedita de oro para caerle bien a todo el mundo” y “aquí sólo vengo a trabajar, no a hacer amigos”. Efectivamente entre la personalidad y el carácter de la gente, no con todas las personas usted puede congeniar fácilmente; pero si se trata de una persona aislada, que no puede trabajar en equipo o socializar con algunos, evidentemente hay un problema.
Según Lenguaje Corporal.com, si bien es bueno que usted realice sus funciones y se destaque como empleado, la gran mayoría de profesiones requieren de las relaciones con los demás para que se ejecuten con total éxito.
• Se le dificulta decir “no”
Tanto a usted mismo como a otros. Esto está relacionado con el autocontrol, la capacitar de evitar ser impulsivo y el reconocimiento de que hay cosas que pueden llegar luego para tener gratificación. Inc. señala una investigación de la Universidad de California señala que las personas que no son capaces de hacerlo, tienden a sufrir más de estrés y depresión.
• No sabe neutralizar a la gente “tóxica”
El manejo con compañeros o jefes que son problemáticos o conflictivos pueden dificultar el clima laboral y su desempeño. Pero si es de quienes está quejándose de ellos sin hacer nada al respecto o permite que las actitudes de ellos alteren su día, hay un signo de una débil inteligencia emocional.
No se trata de evadir por completo, pero tampoco de alimentar y he ahí que la inteligencia emocional le permite encontrar puntos medios para demostrar respeto y hacerse respetar.
• No deja ir los errores que comete
Una cosa es asumirlos, aceptar las consecuencias y prevenir a futuro y otra muy diferente es estarse “dando látigo” constantemente por ellos. Los errores son parte del aprendizaje y sabe que lo pueden ayudar a futuro pero si, por el contrario se encierra y se deprime por ellos o, en el otro extremo, olvida que los cometió Inc. dice que hay algo que dice que no tiene la capacidad para transformar los fracasos en escalones para mejorar.
tomado de:https://www.finanzaspersonales.com.co/trabajo-y-educacion/articulo/las-actitudes-delatan-alguien-poca-inteligencia-emocional/56806