Fuente: https://www.larepublica.co/economia/inflacion-en-crecimiento-presionaria-al-banco-de-la-republica-a-acelerar-alza-de-tasas-3283513
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) dio a conocer que, en diciembre de 2021, la inflación anual subió 5,62%, frente a la reportada en el mismo periodo del año anterior, cuando fue de 1,61%. Mientras que la variación mensual del IPC fue 0,73%.
Este es el registro más alto en los últimos cinco años y fue muy superior a 1,61% que se registró al cierre de 2020.
Según el Dane, el comportamiento anual del IPC total en diciembre se explicó principalmente por el alza en los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas y alojamiento. Las mayores variaciones se presentaron en las divisiones alimentos y bebidas no alcohólicas (17.23%) y restaurantes y hoteles (8.83%).
Estos datos superaron las estimaciones de los analistas del mercado y del Equipo Técnico del Banco de la República, que ubicaban la inflación anual en 5,3%.
Debido a esto, vienen aumentando las voces de que el banco central colombiano podría acelerar el alza de tasas, dejando de lado el ajuste gradual que venía anunciando durante el año pasado.
De acuerdo con Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria, “esto implica que el Banco de la República probablemente pueda acelerar su paso de ajuste a las tasas de interés, estamos estimando que potencialmente puedan haber subidas de 75 puntos básicos en la tasa de referencia durante los meses de enero y marzo y que, en adelante, la espera de que la inflación pueda estabilizarse ya en la segunda parte del año, podríamos ver una tasa del Banco Central terminando en 5 %”.
Piraján agregó que la inflación tuvo dos fuerzas principales, una de ellas, los precios de los alimentos que se vieron afectados por los costos de insumos y de la logística a nivel internacional que se trasladó al precio de la producción de los alimentos, “Podríamos decir que son cuatro de los alimentos los que explican 25% de la inflación total del año anterior (la carne de res, la carne de aves, los aceites y la papa)”.
El segundo factor tiene que ver con la reactivación económica: “Precios como los de los arriendos o gasolina, incluso el de los servicios públicos bastante afectados durante la peor fase de la pandemia volvieron a generar sus reglas de indexación y nuevamente vimos como estos precios se están normalizando en línea con una actividad económica más dinámica”, aseguró Piraján.
Por su parte, María Paula Castañeda, economista de Bbva Research también explicó que la inflación fue jalonada por los alimentos, que fue el grupo protagonista. “Únicamente esta división, dentro de las 12 divisiones de gasto, contribuyó con más de la mitad de la aceleración de la inflación en el año, especialmente en el último semestre, cuando las proteínas animales comenzaron a registrar los mayores incrementos y se observó un aumento de los precios internacionales de los insumos que afectó la estructura de costos del sector agrícola y se ha ido transmitiendo sobre otros rubros como los restaurantes”, dijo Castañeda.
Además proyectó que la inflación continuará al alza, alcanzando su pico en el primer trimestre del año algo por encima de 6,0%. “En el segundo semestre del año, veríamos una desaceleración de la inflación que iría de la mano de una desaceleración en los alimentos y con esto cerraría el año cerca del 4,5%”, finalizó Castañeda.
A nivel internacional y también antes las presiones inflacionarias, la Reserva Federal de Estados Unidos señaló en sus minutas de su última reunión que el banco central podría actuar antes de lo planeado para subir las tasas de interés.
Funcionarios de la Fed dijeron el mes pasado que el mercado laboral de Estados Unidos estaba “muy ajustado” y que podría necesitar que el banco central también reduzca su tenencia de activos para controlar la alta inflación.
Hace unos meses se venía anticipando el riesgo de una estanflación en el mundo, que se caracteriza por un estancamiento económico a la vez que persiste el alza de los precios y el aumento del desempleo.
“En la medida que el efecto persista, el riesgo sobre la recuperación económica será mayor. Si las presiones inflacionarias de oferta afectan las expectativas de inflación de corto plazo, la normalización de la política monetaria a nivel global podría ser mucho más agresiva a lo anticipado previamente. Esto claramente limitaría la recuperación económica del mundo y elevaría el riesgo de un escenario de estanflación”, dijo por su parte Germán Cristancho, gerente de Investigaciones de Davivienda Corredores.
Por ahora, se esperará la reacción de la Junta Directiva del Banco de la República, que tendrá su primera reunión del año el próximo 28 de enero en la que habrá decisión sobre las tasas de interés.