El Gobierno anuncia que llegó la hora de una batalla radical contra la evasión tributaria, de un lado, y una drástica reducción en el gasto público, del otro.
En el terreno de evasión, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, revela que habrá dos etapas: una inmediata, mediante la creación de la factura electrónica para combatir la evasión en el IVA. Y otra, a través de un proyecto de ley que presentará el 20 de julio, para controlar la evasión existente con fundaciones y cooperativas fantasma. Esos dos programas antievasión, según el Gobierno, permitirán ingresos adicionales por 4 billones de pesos.
Con la reducción del gasto público se impondrá una congelación en las contrataciones por servicios y muchos otros gastos de funcionamiento adicionales, y algunos de inversión.
Entre la lucha contra la evasión y el ahorro del gasto público, tanto en funcionamiento como en inversión, el Gobierno aspira a reunir 8 billones de pesos, cifra que permitirá resolver las dificultades que el país enfrenta por la caída de los precios del petróleo y de los minerales.
Posiblemente, el más novedoso de los instrumentos antievasión que el ministro Cárdenas anuncia es el de la creación de la factura electrónica.
¿Por qué hay varios pronósticos de descensos en el crecimiento de la economía?
Es de esperar que, ante la caída de los precios del petróleo, la economía crezca menos. Lo que es destacable es que mantenemos un buen ritmo de crecimiento en comparación con los demás países de América Latina. El crecimiento de 2,8 por ciento durante el primer trimestre del año nos posiciona como el país de mayor crecimiento dentro del grupo de economías grandes de la región. Estimamos que nuestro crecimiento este año será de 3,6 por ciento, muy superior al promedio regional, que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima en 0,9 por ciento.
Pero hay quienes advierten síntomas de decaimiento, de desaceleración…
Lo que hay es un proceso de acomodamiento a una nueva realidad. Estamos haciendo la transición sin traumatismos, sin caídas abruptas. Se pierde un poco por el lado petrolero, pero se está ganando en otros sectores. También hay que tener en cuenta el vecindario: el FMI estima que Venezuela se contraerá 7 por ciento en 2015 y Ecuador crecerá menos. Eso también nos afecta.
Colombia dejó de ser un gran exportador agrícola. ¿Subsidios que el Gobierno ha dado a productos como el algodón, el trigo, el maíz, etc., se mantendrán?
El mejor subsidio para un agricultor es un dólar alto. Pensemos en el caso del café para no ir muy lejos. Hoy está a 670.000 pesos la carga, gracias a un dólar de 2.500 pesos. La devaluación del peso es una buena noticia porque permite que muchos sectores de nuestra economía se dinamicen.
¿Usted no es partidario de los subsidios?
Solo en circunstancias muy excepcionales, como lo hicimos en el 2013 con los cafeteros. Hoy no veo justificación alguna para ese subsidio por dos razones: el precio de la carga es bueno y la producción de café este año está cerca de 13 millones de sacos. El ingreso cafetero nunca había estado tan alto.
¿Por qué, sobre este y otros temas, circulan tantas versiones sobre divisiones en el alto Gobierno?
Es natural que existan controversias en un gabinete. El estilo del Presidente es el de promover la deliberación y la discusión, porque él cree firmemente –y yo comparto esa visión– que así surgen mejores decisiones.
Otro tema: ¿cree usted que con la liberación de las regalías congeladas habrá problemas monetarios?
No. La inflación va camino del 4 por ciento, que es donde creemos que va a cerrar el año. No hay excesos de demanda que puedan generar presiones inflacionarias.
En materia de exploración petrolera, hay un receso. ¿Cómo se va a estimular?
El Plan Nacional de Desarrollo tiene varias disposiciones que estimulan la inversión. La producción incremental tendrá una tarifa de regalías más baja. Igualmente se están flexibilizando los plazos en los contratos de exploración entre la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y los operadores. Y el año pasado se autorizaron las zonas francas para la exploración costa afuera que reducen considerablemente la tributación.
¿Por qué no se aplica el sistema de zonas francas en el interior?
La figura de zona franca debe ser para casos excepcionales que requieren una gran inversión y conllevan mayores riesgos. No puede ser norma general.
¿Qué opina del diagnóstico de la comisión de expertos para la reforma tributaria?
No quiero entrar a opinar hasta que presente su informe, dejemos que la comisión avance con independencia y sin presiones. Lo que sí le puedo decir es que el Gobierno tiene dos ideas claras: una, que tenemos que avanzar en la lucha contra la evasión. Vamos a presentar en julio un proyecto de ley para controlar el abuso que se está dando en algunas, no todas, entidades sin ánimo de lucro. Esta semana oí en el Senado una frase que me gustó: más que entidades sin ánimo de lucro, muchas fundaciones son sinónimo de lucro.
¿Pero cómo hará para controlar, para precisar, para investigar?
Le doy una cifra: las entidades sin ánimo de lucro reportan ingresos por 120 billones de pesos al año, ¡y no pagan impuestos! Algunas fundaciones o cooperativas tienen actividades comerciales, industriales, y ofrecen servicios como una empresa privada. Se va a mantener el régimen de entidades sin ánimo de lucro para fundaciones como un hospital o una universidad, que cumpla con los requisitos, pero vamos a mejorar la vigilancia. Estamos trabajando en ese tema con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), para que nos dé unas recomendaciones basadas en experiencias internacionales.
¿El plan antievasión se concentrará en eso?
No. En el IVA también hay mucha evasión, y eso tenemos que controlarlo con la factura electrónica que estamos implementando.
¿En qué consiste?
Es un mecanismo centralizado de facturación que ya tienen países como Chile y México, que permite una conexión automática entre el establecimiento donde se genera la factura y la Dian. Esa información fluye en tiempo real y nos va a ayudar muchísimo en la lucha contra la evasión que existe en el IVA.
¿A cuánto puede ascender hoy la evasión en IVA?
No es fácil tener cifras precisas, pero son cerca de 10 billones de pesos al año.
Me decía usted que la primera idea es control a la evasión. ¿Y la segunda?
La reforma pasada aumentó la tributación de las personas jurídicas por la vía del impuesto a la riqueza y la sobretasa del Cree. Con esto sabemos que la tributación empresarial llegó al límite. De manera que tenemos perfectamente claro que no vamos a subir los impuestos a las empresas.
Algunos sectores están pidiendo más flexibilidad del Ministerio de Hacienda en la aplicación de la Regla Fiscal, es decir, en que, según la norma, gasto que no tenga garantizados los recursos de financiación no se aprueba. ¿Cederá usted?
La Regla nos ha dado credibilidad y ha mejorado nuestras calificaciones, convirtiéndonos en uno de los países más atractivos para la inversión en América Latina. Estamos comprometidos con su estricto cumplimiento. Para ello tenemos que continuar, y radicalizaremos una política de austeridad y control del gasto.
¿En qué consisten las medidas de austeridad?
En ponerles techo a los gastos generales en todas las entidades del Estado: celulares, viáticos. Todos los contratos de prestación de servicios se congelarán, las entidades no podrán contratar más personal, se restringe el gasto en vehículos, se reducen los presupuestos de funcionamiento. También vamos a pedirle apoyo al Congreso para eliminar inflexibilidades que impiden una reducción del gasto.
¿Habrá despidos?
No. Las nóminas no se tocan. Lo que se afecta son los contratos de prestación de servicios, las llamadas nóminas paralelas.
¿Todo el plan de austeridad se concentra en funcionamiento?
Mayor énfasis en funcionamiento que en inversión, pero vamos a tener que hacer esfuerzos de todo tipo. En inversión, el Plan de Desarrollo ya bajó en 17 billones de pesos lo que piensa invertir el Gobierno en estos cuatro años. Eso significa que vamos a tener que priorizar proyectos para proteger los programas sociales.
¿Y el plan antievasión cuánto producirá en mayores ingresos?
Nos tiene que dar 4 billones de pesos en 2016.
¿Se eliminan los temores de más impuestos?
Vamos a necesitar más ingresos, pero le insisto: por el momento, nuestra prioridad es el control a la evasión y a las entidades sin ánimo de lucro.
En el Congreso hace trámite un proyecto de ley para combatir el contrabando. ¿Qué medidas busca el Estado para frenarlo?
Esta iniciativa, que espero se apruebe en su último debate este martes, busca incluir al contrabando dentro del delito de lavado de activos. El proyecto contempla aumentos importantes de penas. Por ejemplo, para el contrabando de hidrocarburos, actualmente la pena máxima es de 8 años cuando se trate de más de 80 galones. El proyecto la sube hasta 16 años cuando el volumen supera los 1.000 galones. Otro elemento clave es que las sanciones serán más altas cuando hay un funcionario público comprometido.
¿Qué va a pasar en las zonas de frontera como Cúcuta, donde el contrabando de gasolina, por ejemplo, no es un secreto?
Es importante aclarar que el objetivo del proyecto de ley es perseguir a los grandes contrabandistas. No afectará a los habitantes o a los pequeños comerciantes de las zonas de frontera, ni modificará el Régimen de Zonas Aduaneras Especiales. Vamos a combatir a las grandes redes de contrabando fortaleciendo a entidades como la Uiaf, la Dian y la Polfa. Le doy un ejemplo, hace tres semanas la Fiscalía capturó a una red dedicada al contrabando de cigarrillos que evadió medio billón de pesos en impuestos. La ley contra el contrabando nos dará herramientas para realizar más operaciones como esta y, sobretodo, imponer penas más severas.
¿Qué impacto tiene sobre la economía?
El contrabando destruye la base empresarial de Colombia. Este es un proyecto muy importante por su impacto sobre el empleo, la seguridad del país y la competitividad de nuestras empresas. Necesitamos el apoyo de todos los gremios porque hay muchos intereses en juego. El proyecto salió de comisión con el voto unánime de todas las bancadas, pero debemos estar atentos pues las mafias de contrabandistas le han declarado la guerra al proyecto.
¿Cuándo va a ingresar Colombia a la Ocde?
Hay que surtir una serie de etapas. Unos 23 comités examinan a Colombia en diferentes sectores: económico, ambiental, educación, laboral, entre otros. En lo económico, le puedo decir con total tranquilidad que vamos bien. O sea, por el aspecto del manejo de la economía, el manejo tributario, régimen de inversión, políticas financieras, no hay grandes temas pendientes. En otros sectores se está buscando que se eleven los estándares. Yo creo que en este segundo semestre vamos a tener la aprobación de varios de esos comités, y algunos otros vendrán en el 2016. Calculo que a finales del año entrante seremos miembros. Además, así como Colombia tiene interés de ingresar a la Ocde, también ellos quieren que Colombia esté dentro porque somos un país, en el escenario internacional, muy destacado y atractivo. Tenemos la reputación de ser un país serio.
¿Qué beneficios tiene entrar a la Ocde?
Es el mejor sello de calidad. Seremos un país al que el mundo le reconoce buenas políticas públicas, donde las cosas se hacen bien, conforme a los mejores procedimientos. Hay inversionistas en el mundo que solo invierten en países miembros de la Ocde. Habrá más oportunidades para nuestros productos y nuestras empresas.
tomadio de:https://www.eltiempo.com/economia/sectores/economia-en-colombia-habra-factura-electronica-para-evitar-evasion-de-iva/15947557