Síntomas de preocupación rondan en el interior del Gobierno por la suerte de la reforma tributaria que esta semana rinde el último examen en el Congreso de la República para pasar a sanción presidencial y entrar en vigencia el primero de enero de 2013, como lo ha estimado el Ejecutivo.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo que "estamos invocando a la Divina Providencia" para que la reforma tributaria, y aclaró que el Gobierno no está confiado porque "las reformas tributarias nunca son fáciles y por supuesto, uno en esto no puede decir que está al otro lado hasta que se haya votado y hasta que se tengan las mayorías".
Antes de reunirse con los ponentes del proyecto, Cárdenas indicó que "estamos trabajando 24 horas al día en lograr que la reforma salga adelante porque es necesaria para los colombianos. Pensemos en los millones de compatriotas que ganan mensualmente menos de tres millones y medio de pesos a los cuáles se les van a quitar los impuestos por completo; esos colombianos necesitan rápidamente ese alivio".
En un evento sobre el fraude revelado por la firma Kroll, el ministro de Hacienda destacó los sectores que se van a favorecer con la reforma tributaria. "Pensemos en los ciento de miles de pymes en Colombia que están en dificultades en el sector industrial, en la agricultura, en la construcción que necesitan también un apoyo en la medida en que se reduzcan los impuestos al empleo, y pensemos también en la necesidad de mayor equidad social en Colombia que nos lleva a que las personas de altos ingresos paguen más", dijo el funcionario.
Ante la posibilidad de un posible hundimiento de la reforma tributaria en el Congreso, el ministro indicó que "eso es malo para Colombia".
Consideró que el país "perdería una oportunidad de oro, la mejor oportunidad que ha tenido en décadas de sacar una reforma que no va a recaudar un peso más de impuestos, pero sí va a recomponer las cargas poniendo los impuestos donde toca, que es donde están las utilidades y donde están los ingresos altos".
Admitió que las reformas tributarias siempre son polémicas y nunca va a haber consenso.
"La reforma siempre va a ser un tema de democracia, y por ende de mayorías, pero nunca de consenso".
En un claro mensaje a los congresistas que han declarado oposición al proyecto, el jefe de la cartera de las finanzas públicas manifestó que "la reforma se conoce. No se puede venir a decir hoy que la reforma no se conoce, la reforma está y ha estado sobre el tapete hace mucho tiempo y todo el interesado en ella ha tenido la oportunidad de participar en la discusión".
Los técnicos del ministerio, con el jefe de la cartera a la cabeza, han estado en constantes reuniones con los ponentes del proyecto a fin de evitar su hundimiento. Una de las mayores dudas de los congresistas está relacionada con el gravamen a los salarios. Eso no está muy claro, destacó uno de los ponentes que prefirió omitir su nombre.
Entre el miércoles y el jueves de esta semana, el proyecto de reforma tributaria se juega la vida en el Congreso y el Gobierno hace todos los esfuerzos para evitar algún tropezón de la iniciativa.
Tomado de:elespectador.com