(El Espectador) Por el menor crecimiento económico, analistas no creen que el Gobierno logre conseguir $142 billones por concepto de impuestos este año. Advierten que podría haber rebaja de la calificación a finales de este año.
Ya pasó un semestre desde que entró en vigencia la reforma tributaria que se aprobó a finales de 2016 y, pese a que el Gobierno insistió en que era la única alternativa para evitar una reducción en la calificación crediticia colombiana, hay algunas señales que tienen preocupados a los analistas económicos.
La inquietud se debe a que, de acuerdo con información de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), en el primer semestre de 2017 el recaudo creció 4,3 %, con respecto al mismo período de 2016, sumando así $74,1 billones. Sin embargo, la meta del Gobierno, establecida en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, es de 11,2 % para este año: pasar los ingresos tributarios de $117 billones a $130 billones en 2017.
Felipe Espitia, analista macro de Alianza Valores, explicó: “Creemos que es difícil que se cumpla con la meta de recaudo, pues el primer semestre no dio un resultado sobresaliente. La verdad, consideramos que los supuestos con los que el Gobierno está haciendo sus cuentas son demasiado optimistas. Por esto estimamos que a final de este año, o en 2018, alguna valoradora de riesgo nos va a rebajar la calificación”.
El pesimismo puede tener fundamento si se tiene en cuenta que el recaudo tiene que aumentar 19% durante el segundo semestre de 2017 para que se cumpla la meta de crecimiento.
Cecilia Rico, directora de gestión de ingresos de la DIAN, quien explicó, en primera instancia, que los datos que publica la entidad corresponden al recaudo bruto y que el Marco Fiscal de Mediano Plazo se hace con el recaudo neto. “Nuestra meta anual es de $142 billones para el cierre de 2017, y hasta el momento, con base en el reporte de $74,1 billones recibidos en el primer semestre, creemos que la vamos a cumplir. Ya vamos en el 52 % del objetivo que nos fijamos”.
Sin embargo, aquí hay que tener varias consideraciones. Para empezar, en 2016 el recaudo bruto fue de $126,7 billones, por lo que la meta de los $142 billones implica un crecimiento del 12 %. De manera que se trata de un crecimiento aún mayor que el estipulado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo.
Por otro lado, en el primer semestre de 2016, aunque ya se habían recaudado $70,6 billones, es decir el 54 % del objetivo, finalmente no se cumplió con la meta anual ($130 billones). Esto se debe a que en el segundo semestre se recibieron ingresos de sólo $57 billones, es decir, $13 billones menos que en los primeros seis meses del año.
Para Horacio Ayala, exdirector de la DIAN, “es difícil que se cumpla con la meta de recaudo de este año. Hay que tener en cuenta que en la primera mitad del año las empresas pagaron renta, que es cuando se recolecta el grueso de este impuesto. Y aunque desde agosto las personas naturales vayan a presentar sus declaraciones, no van a superar lo recolectado en la primera mitad de 2017. Lo único que podría hacer cumplir el objetivo del Gobierno es que se presente un importante repunte de la actividad económica, que impulse los ingresos por concepto de IVA. Pero no creo que sea el caso, pues estamos en un momento de desaceleración económica. Se trata de una situación que podría empeorar el déficit y poner en riesgo la calificación crediticia”.
Por su parte, Juan David Ballén, jefe de investigaciones económicas de Casa de Bolsa, indicó que “el menor recaudo es otro motivo para dudar del futuro fiscal de Colombia. A nivel general, creemos que el Marco Fiscal se hizo con supuestos demasiado optimistas. Los impuestos no son lo único que nos preocupa; están también el elevado déficit de cuenta corriente, un petróleo por debajo de US$50 y un menor crecimiento económico. Son factores que elevan la percepción de riesgo del país, por lo que esperamos que a finales de este año nos rebajen la calificación, posiblemente Standard & Poor’s”.
El pesimismo acerca de la meta de recaudo persiste. Aunque el Gobierno haya recolectado más de la mitad de ésta, habrá que esperar a ver si las condiciones económicas permiten que se puedan conseguir los $67 billones que faltan para cumplir con el objetivo. Y a esto hay que agregar que permanece el riesgo sobre la calificación que implica fallar con las cuentas fiscales.