Además las herramientas de trabajo que la organización busca mejorar a través del tercero; y el tipo de outsourcing que se quiere implementar y el alcance del mismo en cuanto a recurso humano, herramientas de trabajo y ubicación.
Para Gloria Orozco Gil, directora de la línea de outsourcing en BDO, la decisión de tercerizar las actividades operativas, no puede mirarse como una simple acción de subcontratación de personal. “En la selección de un contratista de outsourcing, se deben tener en cuenta factores esenciales como: la formación y experticie del equipo humano que dirigirá y operará el proyecto, en las operaciones objeto de tercerización y el sector respectivo; la metodología para implementar, operar y entregar la operación; el soporte en materia de hardware y software para administrar la operación; y los valores agregados tangibles”, agrega.
El éxito de una operación en outsourcing depende del cuidado y rigurosidad que se tenga en las diferentes etapas del proceso. Para Orozco, la selección del contratista demanda cuidado especial en la definición de las exigencias frente al objeto, alcance, requerimientos mínimos de experiencia y obligaciones de las partes.
“La precisión en la volumetría de operaciones y entregables derivados del servicio, es factor esencial para que el oferente pueda modelar el proyecto, en cuanto a estructura organizativa, perfiles y cantidad del equipo de trabajo, hardware, software y logística, que determinan en su conjunto el costo del servicio”, explica.
La implementación del servicio, marca sin lugar a dudas el éxito del proyecto. En la misma, se da paso al entendimiento de la operación, el levantamiento de los procesos y protocolos de trabajo, la definición de los entregables y los acuerdos de niveles de servicio sobre los cuales se desarrollará la operación. La participación de la alta dirección de la organización y de los líderes de cada proceso, facilita la estructuración del esquema de operación.
En la etapa de operación del servicio, la clave es planeación, observación, control y seguimiento. Es probable que los procesos levantados, no correspondan exactamente con la realidad de la gestión operativa, la magnitud de las operaciones puede desbordarse por la súbita aparición de operaciones no tramitadas, en proceso o nuevas. Ya en operación, hay que mantener los protocolos de trabajo, para evitar traspasar esa delgada línea entre la responsabilidad de hacer y la definición del que hacer. Quien contrata, siempre tendrá la decisión en sus manos y el equipo contratado, la obligación de ejecutarlas.
Ventajas de una compañía frente a subcontratar
Las compañías, consolidadas en servicios de outsourcing, no trabajan con personal por prestación de servicios o vinculación temporal, su recurso humano es contratado a término indefinido bajo procesos de selección rigurosos y con proyección de carrera. Además, es una solución operativa integral, pues no solo aporta el recurso humano, sino que puede incorporar soluciones de software, hardware, entre otras. También genera reducción de costos y aumento de la calidad, y asume la operación recibida respondiendo por las fallas o errores. Al final, un buen contratista de outsourcing se convierte en un aliado estratégico para la eficiencia.
tomado de:https://www.larepublica.co/el-outsourcing-%07como-herramienta-%07de-reorganizaci%C3%B3n_249311