La desaceleración económica de Colombia, el comportamiento de la industria, el poco crecimiento de Estados Unidos y la crisis en Europa fueron los argumentos expuestos por el Ministerio de Hacienda y que deberán ser tenidos en cuenta cuando se fije el incremento del salario mínimo para 2013.

Los ítems antes mencionados no cayeron bien en el sector trabajador, representado por las centrales obreras, que al finalizar la segunda reunión de concertación, manifestaron que es "negro y preocupante" el panorama entregado por el Gobierno sobre la economía.

Para el presidente de la Central General de Trabajadores, CGT, Julio Roberto Gómez, el hecho de que el presidente de la República señale por un lado que la economía va bien y que por el otro su equipo económico prenda las alertas, es "una táctica política".

El sector empresarial dista de la apreciación de las centrales obreras. Rafael Mejía, representante de los gremios, aseguró que "los sindicatos se llevaron una impresión negativa, pero sólo se habló de cómo estaba la economía".

Así también lo ratificó Guillermo Botero, presidente de Fenalco, quien reiteró que sólo hasta la otra semana se conocerán las propuestas sobre el aumento salarial para 2013.

"Se han revisado durante las dos reuniones los análisis de la economía colombiana y los efectos en el empleo".

Posiciones

Los empresarios no se han arriesgado con cifras, sólo han dicho que las reuniones entre ellos continúan.

No obstante recordaron que cada punto en el incremento del salario mínimo le cuesta al Gobierno $850 mil millones al año.

 

El lunes, durante la tercera sesión del Comité de Política Salarial y Laboral, los gremios presentarán sus parámetros y su propuesta.

Las centrales obreras, por su parte, aseguran que no han unificado criterios. Pero el presidente de la CGT, Julio Roberto Gómez, dijo que el aumento de este año, 5,8%, debe ser una referencia.

Tomado de: dinero.com