Para ser una entidad reciente en el país, que apenas cumple un año de operaciones, el Servicio Público de Empleo se presenta ante los colombianos como una gran alternativa para ayudar a disminuir las altas tasas de desempleo que aún persisten.
Esta iniciativa del Gobierno tiene como máximo propósito conectar a los empresarios de los diferentes sectores que requieren personal con los trabajadores que están en busca de oportunidades laborales que se ajusten con su perfil y experiencia, a través de un servicio transparente, gratuito y sin palancas.
Con ese fin, vienen abriendo en todo el territorio nacional los centros de empleo (van 317), en los que no solo las compañías registran sus vacantes y los interesados sus hojas de vida (hoy tienen 1.600.000) para los procesos de gestión y colocación, sino que cuentan con el personal idóneo para orientar, capacitar y ayudar a los aspirantes.
Ese trabajo, desde sus inicios, ha contado con el apoyo del sector público a través de alcaldías, gobernaciones, cajas de compensación familiar (que manejan recursos públicos) y el Sena, con quienes persiguen objetivos en común.
“Los centros de empleo de las cajas de compensación tienen recursos para formación para el trabajo, principalmente con dos tipos de talleres, uno de orientación ocupacional (cómo presentar la hoja de vida, cómo presentarse a una entrevista, entrenamiento en competencias blandas, cómo comportarse en el trabajo y relacionamiento) y el otro en formación técnica y tecnológica”, explicó Claudia Camacho, directora del Servicio Público de Empleo.
Este primer año de actividades también les ha servido para fortalecer las capacidades de estos centros y para posicionar el Servicio, que cada vez es más conocido por los ciudadanos y las empresas que ya han comenzado a registrar sus vacantes de una manera masiva.
Con ese panorama, para el resto del año están concentrados en hacer una tarea de búsqueda intensiva de vacantes en las empresas y de diversificación de sectores, porque en este momento hay mucha demanda en el sector de servicios y en menor medida en el de la industria, y la idea es que un mayor número de trabajadores pueda acceder a las oportunidades laborales.
De igual manera, están dirigiendo sus servicios a cerrar las brechas de la población, porque si bien es cierto que hay vacantes registradas, también lo es que los trabajadores no tienen las competencias requeridas para ocuparlas o tienen brechas muy amplias para acceder a ellas. Y esa es la tarea del Servicio Público de Empleo: acercar la oferta y la demanda de trabajo.
“Tenemos otros programas dirigidos a facilitar el proceso de búsqueda de las personas, como el de Transporte para el empleo, que funciona en las principales ciudades del país donde hay sistemas integrados de transporte público y que opera con tarjetas monedero, porque hay ciudadanos que no pueden asistir a una entrevista de trabajo porque no tienen la plata hacerlo debido a su situación económica”, agregó Camacho.
Talentos para el empleo es otra ayuda financiera en la que otorgan becas a los trabajadores que están en proceso de búsqueda para apoyar sus procesos de formación, por ejemplo en validación del bachillerato, ya que hay muchas personas sin el título de bachiller que no pueden acceder a las vacantes.
Las víctimas del conflicto armado, la población con discapacidad y las mujeres también tienen un espacio en el Servicio Público de Empleo con programas que buscan cerrar las brechas y ayudar a estos grupos en la inserción al mercado laboral.
“Los interesados en acceder a estos programas y oportunidades deben dirigirse a los centros de empleo del país y allí utilizar los servicios especializados que ofrecen para ese proceso de búsqueda y colocación, registren su hoja de vida, tengan orientación laboral, capacitación a su medida y cumplan el proceso de preselección y remisión a las empresas”, dijo la directora del Servicio Público de Empleo.
También se puede encontrar más información en la página web: www.serviciodeempleo.gov.co, donde está la lista de todos los centros de empleo, su ubicación (ciudad o municipio), las direcciones y los datos de contacto.
En cuanto a la efectividad y el tiempo del proceso, Camacho explicó que, pese a que la gente en lo único que piensa es en la necesidad de obtener un trabajo, hay que tener en cuenta que la búsqueda de empleo y enganche laboral siempre tiene unos tiempos mínimos (que en muchos casos puede tardar siete u ocho meses), pero el Servicio espera reducirlos a cuatro.
“Hay personas que llegan a los centros de empleo y a la semana encuentran trabajo, pero eso se puede dar porque la vacante se ajustaba a su perfil y tenían la experiencia, entonces eso agiliza mucho el proceso, pero hay otras que siempre han estado en la informalidad y no cuentan con ninguna certificación laboral o no tienen títulos educativos, luego con ellos hay que iniciar primero un proceso de adecuarle su perfil para que pueda acceder a cualquier vacante”, señaló Claudia Camacho.
Para hacer seguimiento a los procesos, el Servicio hace un corte mensual con todos los centros de empleo para saber cuántas personas han registrado sus hojas de vida, cuántas vacantes se reportaron, de qué sectores y cuántas personas consiguieron trabajo. De acuerdo con la directora, el año pasado tuvieron una tasa de 270.000 personas colocadas y en lo que va corrido de este año van 35.000.
El papel de las agencias privadas
Pero para que esta conexión funcione de manera efectiva, en el proceso es fundamental la activa participación de las agencias de empleo privadas que reciben las hojas de vida de los aspirantes y las vacantes que reportan las compañías.
Allí, mientras que el trabajo con las bolsas de empleo públicas ya está bien coordinado, con los buscadores privados no ha ocurrido lo mismo, porque a partir de 2013 todos los prestadores de gestión y/o colocación de empleo fueron obligados a autorizarse a través del Servicio Público de Empleo, lo que no cayó muy bien, puesto que era una medida que les regulaba su negocio.
Así, y con el fin de articular los elementos que hacen posible el éxito del Servicio, la entidad comenzó por regular la intermediación que en esta materia hay en el país y que tiene sus problemas.
“Hay empresas muy serias, estructuradas, reconocidas y que prestan muy buenos servicios como elempleo.com o trabajando.com, pero también existen otras que no hacen tan bien esa labor. Y como debemos garantizar que este servicio sea transparente y gratuito, aparte de lograr los mayores beneficios para la población, tenemos que intervenir como Estado”.
Aparte del tema regulatorio, conocer la información que tienen las agencias privadas también es otro de los objetivos del Servicio, puesto que la utilizan para hacer análisis de cuáles con las necesidades de las compañías, cómo se están registrando las empresas y qué es lo que pasa con esa oferta y demanda laboral.
Así mismo, pero con un grupo reducido de ellas, se implementaron algunos incentivos con aquellos prestadores privados de empleo que tienen un servicio muy especializado y que puede brindarles muchas enseñanzas para sus procesos.
Entre los retos que vienen para el Servicio Público de Empleo en lo que queda del 2015 está apoyar la apuesta del Gobierno de lograr 700.000 oportunidades laborales, con sectores de la economía que están repuntando, y con eso esperan aportar una colocación de 350.000 personas.
Igualmente, seguir con el proceso de divulgación del servicio y sus beneficios (los centros de empleo también tienen un portafolio para las empresas) y allí la meta es tener una estrategia permanente para el registro de vacantes que, aunque es obligatorio que lo hagan, por el momento no se aplicarán las sanciones previstas en la norma mientras el servicio se fortalece, pues saben que hay más desconocimiento que falta de interés de las compañías.
“Este año, en lo que el ministro del Trabajo, Luis Eduardo Garzón, ha denominado el ‘bloque de búsqueda por el empleo’ estamos llegando a unas regiones que hemos priorizado y que tienen grandes proyectos de desarrollo planeados, por ejemplo las concesiones de 4G, de infraestructura y de vivienda”, afirmó Camacho.
No obstante, en otras regiones también hay trabajos muy interesantes con pequeñas empresas que están aglomeradas en esas zonas y que tienen demandas muy específicas, como es el caso de Bucaramanga o Bogotá.
El Servicio Público de Empleo quiere cerrar el cuatrenio del presidente Santos con 500 centros de empleo público, que al final de 2015 ya deberían ser alrededor de 400, con 450.000 colocaciones y aunque no hay una meta definida en las hojas de vida registradas, sí esperan aumentar el número de personas que consigan empleo, así como la disminución de los tiempos de búsqueda de empleo.
tomado de:https://www.eltiempo.com/economia/sectores/servicio-publico-de-empleo-y-sus-caracteristicas/15572035