Es así como, en la medida que se van constituyendo nuevas empresas y que éstas empleen cada vez más personal, los empleados constituyen asociaciones sin ánimo de lucro conocidas como los fondos de empleados. Estas estructuras toman más importancia no sólo por su apoyo a los trabajadores, sino también por el volumen de personal y recursos que manejan.
Tal como explica Miller García, presidente de la Asociación Nacional de Fondos de Empleados, (Analfe), las entidades se crean para “satisfacer necesidades sociales y económicas, otorgar beneficios a sus asociados y por extensión a sus familias”.
Estos fondos, regulados por el decreto ley 1481 de 1989, el cual fue modificado parcialmente por la Ley 1391 de 2010, se constituyen con un mínimo de 10 empleados y una serie de trámites ante la Superintendencia de Economía Solidaria (SES), la Cámara de Comercio local y la Dian. Tras la elección de su junta directiva y sus órganos de control, la nueva entidad está lista para operar y brindar servicios. Entre ellos, y quizás el más atractivo, está el otorgamiento de créditos directos con tasas de interés más competitivas frente a las del sector financiero.
“Estos por lo general se otorgan bajo la figura de libranza, brindando tasas privilegiadas que implican una diferencia bien considerable con el mercado financiero”, indica Julio César Robayo, gerente del fondo de empleados Granfondo.
Precisamente Granfondo, que integra a 9.250 trabajadores ubicados 38 entidades del sector financiero como BBVA, Banco Agrario o Bancamía, tiene experiencia en el manejo de este tipo de financiación a empleados.
Para Robayo, los préstamos que se otorgan a través de los fondos “son una forma de contribuir al concepto llamado transferencia solidaria, que consiste en cuantificar los beneficios sociales que brindamos a nuestros asociados, aprovechando el concepto de economía de escala y de ayuda mutua. Es decir que los recursos de los asociados los redistribuimos para atender las necesidades financieras y de otro orden familiar y social de nuestros asociados”.
El esquema se financia con el aporte permanente de los asociados. Dependiendo del fondo, la contribución varía entre 5% y 10% del salario mensual, lo que permite en el tiempo la financiación de los créditos a los empleados pese a las variaciones propias de la economía. En ningún caso, insisten los fondos, el interés está en generar recursos para el lucro. “El objetivo es brindar beneficios con un alto impacto social para nuestras familias y para la comunidad para la cual pertenecemos”, precisa Miller García.
Pero, en el caso de los beneficios crediticios, su acceso se da al cumplirse con algunos requisitos. En el caso del otorgamiento de créditos, se solicitan garantías según las cuantías otorgadas, sin contar con el respaldo de los ingresos y prestaciones sociales de los trabajadores.
Los montos a otorgar se condicionan a la capacidad de pago del asociado y los plazos pueden ir hasta 72 meses. Por lo general, se otorgan préstamos que rondan los $90 y $100 millones para necesidades en educación para conyuges e hijos, libre inversión, vehículos y recreación.
De gran tamaño
El volumen de los créditos y el tamaño de la plantilla asociada, han convertido a los fondos de los empleados en pequeños bancos, aunque su misión sea una distinta.
Según cifras de Analfe, en Colombia existen poco más de 2.400 fondos de empleados (1.404 con información reportada en la Superintendencia de Economía Solidaria a marzo de 2015) que manejan activos por casi $6 billones. La cartera de estas entidades sobrepasa los $4 billones con un patrimonio de $1,9 billones y excedentes por $108.228 millones. En total, hay 923.117 asociados, a corte de 2014.
Presente, el fondo de empleados que agrupa a los trabajadores del Grupo Empresarial Éxito, es el más grande de Colombia con cerca de 43.564 asociados. Le sigue el de Colsubsidio con 14.397. Entidades como el fondo de los empleados médicos de Colombia, Promédico, maneja activos por encima de los $265.000 millones.
A pesar de la cantidad de recursos que ingresan y manejan, los fondos son enfáticos a la hora de definir su función. Por encima de todo, buscan el beneficio colectivo y no el recurso de unos cuantos.
“Nunca podremos comparanos a los bancos por la naturaleza y razón de ser de ellos y nosotros. Los fondos no ejercen actividad financiera como esas entidades. No estamos dentro del mercado especulativo en el que se mueven los bancos”, señala Miller García Perdomo.
En igual sentido se expresa el directivo de Granfondo, pues, en su criterio, debido a esa confusión, el Estado aplicar normativas que solo deberían funcionar para la actividad bancaria.
“Hemos invitado a los entes reguladores para que revisen la filosofía de las entidades del sector solidario para que procuren hacer una diferenciación en la aplicación de normas como la Niif, pues el modelo solidario requiere un tratamiento diferente dada las características respecto a otras entidades con ánimo de lucro”, explica Robayo.
¿De quién son los fondos?
Cuando se observan las cifras que mueve el sector solidario en el país, queda la pregunta: ¿Y de quién son esas empresas? Analfe responde que simplemente son de los empleados, y no de los empleadores. “Son independientes a las empresas que les generan el vínculo de asociación, aunque se mantiene una estrecha relación con las empresas que les generan el vínculo pues sus trabajadores son los mismos asociados y dueños de la organización solidaria”, comenta García.
Beneficios para la inserción al mercado laboral
Los fondos de empleados brindan apoyo a las personas que tienen habilidades especiales para insertarse en el mercado laboral, aunque éstos no estén vinculados a los fondos. Tal como comenta Julio César Robayo, gerente de Granfondo, los fondos apoyan, en convenio con el Sena, a ésta población para capacitarse en diversas áreas y ser vinculadas al sector formal de la economía como mano de obra cualificada. “Creemos que con ello, aportamos un grano de arena en la construcción de una mejor sociedad”, indica el directivo consultado.
tomado de:https://www.larepublica.co/cr%C3%A9dito-bajas-tasas-beneficio-de-estar-en-un-fondo-de-empleados_249326