(Portafolio) La próxima semana se hará el tercer debate del proyecto de ley que busca fijar reglas claras para los cigarrillos electrónicos en el país.
Aunque en el mundo ha habido avances en la regulación de cigarrillos electrónicos y vaporizadores, aún son muchos los países que no cuentan con una legislación específica de estos productos, a los que se suma Colombia.
Según datos de Global Tobacco Control, la mayoría de naciones que prohíben estos dispositivos están en Medio Oriente. En Brasil, Tailandia y Camboya la venta, consumo y publicidad de estos aparatos está vetada. En Europa algunos se rigen por la regulación general del tabaco. En México, por ejemplo, su comercialización y promoción están prohibidos pero no su uso.
Para el caso local, en el Congreso de la República cursa el proyecto de ley 174 de 2018 en el que se busca actualizar la Ley Antitabaco (1335 de 2009), el cual, si avanza entre los tiempos estipulados podría estar listo antes de que finalice esta legislatura (20 de junio de 2020).
En este se incluyen los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (Sean) y de Sistemas Similares Sin Nicotina (Sssn) que, según su autor, el senador José David Name, cuenta con cuatro objetos: “impedir que los no fumadores y los jóvenes adopten el hábito de utilización de estos dispositivos; proteger a terceros y especialmente a menores en el entorno de las emisiones; reducir, con miras a erradicar, los riesgos para la salud que generan los Sean y restringir su libre venta cuestionando las afirmaciones infundadas de las propiedades saludables de estos productos que se utilizan en su comercialización”.
PUNTOS CLAVE
Algunos de los ajustes que tiene este proyecto, que se habrían hecho en conjunto con el Ministerio de Salud y con los cuales llega a su próximo debate en la Comisión Séptima de Cámara es que le da herramientas al Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) y propone crear un impuesto al consumo.
El primero de estos busca que los fabricantes e importadores de dichos dispositivos presenten anualmente ante el Invima un informe sobre los contenidos ypartes de sus productos, niveles de componentes de humo o vapor que corresponden a alquitrán, nicotina, monóxido, metales pesados, aditivos y saborizantes, entre otros.
El texto además dice que, dentro de los seis meses siguientes a la entrada en vigencia de la presente ley, los ministerios de Hacienda y de Salud deben diseñar y presentar un proyecto de ley para la creación de un tributo nacional al consumo de Sean, Sssn, cigarrillos electrónicos y demás dispositivos imitadores y sucedáneos, nacionales y extranjeros.
El Ministerio de las TIC y la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) también entran al ruedo, pues estos deberán reglamentar lo concerniente a la venta por internet de dichos productos para evitar el acceso de estos por parte de los menores de edad.
Por su parte, el Ministerio de Salud y el Dane monitorearán y harán seguimiento sobre el impacto en la salud de los consumidores activos y pasivos.
El informe periódico estará disponible para la consulta pública, según el articulado, al que aún le falta ser aprobado por la Cámara, pasar la conciliación y ser firmado por el presidente Iván Duque.
De acuerdo con Francisco Ordoñez, presidente de la Asociación Colombiana de Vapeadores (Asovape), “no estamos de acuerdo conque la propuesta del senador Name vaya dentro de la ley antitabaco porque los vaporizadores son un producto totalmente diferentes al tabaco.
Primero, no contienen este producto, no hay combustión que es el factor de riesgo en el momento de consumo del tabaco tradicional y, tercero, es un mensaje equivocado, una herramienta que ha funcionado en Inglaterra, por ejemplo, para reducir las tasas de tabaquismo se agregue en una ley antitabaco. Estamos de acuerdo en algunos puntos, pero no que se le dé el mismo tratamiento”.
Cabe agregar que en días pasados, Juan Pablo Uribe, ministro de Salud, dijo que “es importante avanzar hacia una regulación que se vaya ajustando de acuerdo a la evidencia científica y reduzca el riesgo en salud pública para nuestra población.
Un mensaje central es que los cigarrillos electrónicos y el vapeo no son comportamientos inocuos para las personas, pueden tener implicaciones importantes en la salud y pueden llevar a los jóvenes al tabaquismo (…). Trabajamos para tener una legislación lo más pronto posible”.
La próxima semana se conocerá si el proyecto pasa su tercer debate o si queda archivado en el Cámara.
Obtenido de: Portafolio