La tendencia a estar conectado, a saber lo que pasa en el mundo, con sus amigos, de qué se habla, qué es viral y qué no; pareciera normalizarse. Pero cuando se trata de asuntos laborales, el hábito se convierte en algo incómodo.
Muchos dirán que es algo de “mala educación”, escuchar a los demás y no prestar atención a sus teléfonos. Pero en ocasiones, son personas que definitivamente tienen una adicción y no pueden distanciarse de su aparato.
¿Cómo afecta su productividad?
Si a su lado tiene una persona que permanece conectada, pareciera que esto no tuviera nada que ver con usted. Sin embargo, debe tener presente que los factores ambientales pueden llevar a que usted esté pendiente, de manera inconsciente, de lo que hace la otra persona.
Más aún por las sonrisas, los comentarios en voz alta y hasta las discusiones de las que puede llegarse a enterar cuando la persona revisa su celular. Son ruidos que pueden llegar a capturar su atención, así sea por el mínimo hecho de tener curiosidad sobre lo que está pasando.
Pero todo es peor cuando se trata de una reunión o conversación privada. Ya que esta persona no está prestando atención y puede ser una parte importante dentro de las decisiones que se estén tomando o puede dejar pasar algún detalle de suma importancia, que podría afectar los resultados del área o de la empresa.
¿Qué hacer?
Aunque la persona le diga que puede atender dos asuntos al mismo tiempo, lo más probable es que siempre estará más concentrado en uno de ellos que, por lo general, puede tratarse de su celular.
FP tomó en cuenta algunas sugerencias de sitios como Inc. y Thought Catalog, y esto fue lo que encontró:
• Sea directo, pero cordial: pídale el favor a su compañero que atienda el asunto particular y que así demorarán menos.
• Mírelo fijamente mientras chatea. Esto puede generar una presión en la otra persona, al sentirse observado y, probablemente, parará de hacerlo.
• Puede tomar una actitud un poco más fuerte y si nota que definitivamente no puede soportarlo, levántese y amablemente, dígale a la persona que la ve muy ocupada y pida que, cuando tenga tiempo libre, lo vuelva a llamar o se vuelvan a encontrar.
• Si es demasiado constante, puede hablar directamente con su jefe o la persona a cargo para comentarle la situación. Más aún porque, probablemente, usted no es la única persona que se sienta afectada con esa actitud.
¿Y si se trata de usted?
Quizás no lo ha notado, pero el que puede estar causando esta situación incómoda, puede ser usted mismo. Note sus comportamientos, procure ver la hora para saber cada cuánto está revisando su teléfono y haga el experimento de apagarlo durante unas horas, para ver qué sucede.
Nuevamente, esto también afecta su productividad y en un grado mucho mayor, por lo que probablemente usted puede ser de las personas que al ir finalizando la jornada diga “aún tengo mucho trabajo”.
• Sea consciente de que hacer las dos cosas al tiempo es como decirle, a quien está frente suyo, “no me interesa en lo más mínimo lo que me está diciendo”. Y esto es una actitud bastante grosera que puede empezar a afectar su reputación.
• Sea sincero, si se trata de un tema muy importante, hágalo saber. Explique que es algo que no puede aplazar o debe atender al momento porque, de lo contrario, puede generar molestias. Cualquier persona entenderá su situación y puede darle un espacio en medio de la conversación.
• Establezca horarios: fíjese unas horas específicas para estar conectado, para ver sus redes o atender sus contactos.
tomado de:https://www.finanzaspersonales.com.co/trabajo-y-educacion/articulo/como-trabajar-companero-no-suelta-su-celular/56295