Pérdida de energía, agendas apretadas y la falta de retos suelen desencadenar un estancamiento en los jefes y directores de proyectos generando que dejen de destacarse como líderes.
Y por su cargo al mando, muy seguramente nadie va a decirle que ya no ejerce ese liderazgo o que está perdiendo ventajas frente a las personas con quienes trabaja.
De acuerdo con el portal web Inc. es crucial que usted aprenda a ver los síntomas de que “se ha quemado” para que pueda hacer un cambio antes de que sea demasiado tarde.
1. Sigue hablando de sus metas, pero no sobre las tácticas: tener grandes ideas pero no indicar la táctica para llevarlas a cabo manifiesta señales de agotamiento y desgaste. Y aunque la visión y las aspiraciones lo impulsan a seguir adelante, a veces puede causar estancamiento.
“Es un escalador atrapado en la base de una montaña que no puede dejar de mirar a la cima. Se pasa más tiempo prediciendo y soñando, que haciendo las cosas”, indica el portal.
Remedio: Olvídese de los retos trascendentales y recompensas. Céntrese en tener éxito en un número determinado de tareas más pequeñas con propósitos diarios.
2. Le habla siempre a las mismas personas y su círculo íntimo cada vez se contrae más.
Si esto sucede, semana tras semana, algo está mal. Los verdaderos líderes emprendedores participan en una amplia gama de discusiones para buscar nueva información. Ellos continuamente crean redes.
Solución: Inc. sugiere que lo conveniente es no faltar a las conferencias y eventos sociales aún si no tiene mucho entusiasmo. Invite a otras personas de su círculo y escuche sus ideas y consejos.
3. Nunca rediseña su mensaje: pareciera que para todo tiene una plantilla o borrador. Eso indica siempre las mismas declaraciones e intenciones. Los líderes deben equilibrar la coherencia con la innovación. Inc. dice que los “líderes quemados”, por regla general, se niegan a reimaginar su propósito fundamental o mensaje.
Remedio: busque diferentes mercados, salidas, vías de innovación y personas para rediseñar su mensaje. La idea es que no se quede operando dentro de la misma caja que construyó.
4. Se preocupa por el idealismo o la nostalgia, en vez de las complejidades del futuro: los éxitos cosechados ya están en el pasado. Los líderes empresariales dejan la planificación para el futuro. Cuando la nostalgia reemplaza la inteligencia el pensamiento estratégico que se estanca.
Remedio: Olvídese de los logros de ayer y establezca nuevas metas, más desafiantes.
5. Se eleva mucho y regresa a la realidad esporádicamente: la inspiración debe ser esporádica, pero no permanente. Estar pensando en otras cosas, constantemente, son una señal de energía quemada.
Solución: Prepare un calendario y un plan de acción serio. Trate de trabajar de forma incremental tanto como sea posible.
tomado de:https://www.finanzaspersonales.com.co/trabajo-y-educacion/articulo/cuando-acaba-liderazgo/55772