Aun cuando todavía la reactivación económica no permite ver un futuro claro para muchos microempresarios y Pyme en el país, como consecuencia de los estragos generados por la pandemia, no se comprende por qué hay propuestas legislativas apartadas de la realidad social y económica del país, que hacen más costoso e inviable la generación de empleo formal.
En el año 2021 se expidió la Ley 2114 donde se aprobaron, por el Congreso, varios cambios a las licencias de maternidad y paternidad, sin embargo, parece no ser suficiente. Ahora, se pretende por el representante a la Cámara José Daniel López, del partido Cambio Radical, que además, la licencia de paternidad sea exactamente igual en tiempo a la de maternidad, esto significa: que sea equivalente a 18 semanas de licencia remunerada, tal como lo dispone la Ley 1822 de 2017, donde se modificaron inicialmente los artículos 236 y 239 del Código Sustantivo del Trabajo.
Dicha propuesta, en caso de presentarse en el periodo legislativo de 2022, pretende que la implementación de la “nueva” licencia de paternidad sea aplicable de forma gradual, parecido a lo que se aprobó con la disminución de la jornada máxima legal en el año 2021 y que transformó una jornada de 48 horas semanales a 42 horas. Para este caso particular, el proyecto prevé un incremento de una semana de licencia por año, iniciando desde 2025 y hasta el año 2040, donde ya al final cualquier padre podrá beneficiarse de una licencia remunerada completa equivalente a 18 semanas.
Así las cosas, de presentarse y aprobarse este proyecto de ley, el sector económico y empresarial se vería expuesto a incrementar los costos de la operación, particularmente en lo que tiene que ver con la mano de obra, toda vez que las licencias remuneradas, tal como están desarrollas en la ley laboral, no solo implican un derecho del trabajador que le permite ausentarse y seguir recibiendo salarios, también suponen, en muchos casos, unos limitantes para el correcto ejercicio del poder subordinante, limitando así la operación y evolución de cualquier negocio o empresa.
Y si bien puede llamar la atención de los trabajadores dependientes este tipo de propuestas legislativas, la realidad económica del país no soporta ausencias de trabajadores por periodos tan largos, pues independiente que sea una prestación a cargo del sistema, en la práctica el pequeño o mediano empresario requiere de la prestación efectiva del servicio ejecutado por su trabajador, con el fin de beneficiarse atendiendo las calidades, competencias y conocimientos de cada persona, haciendo de su negocio algo productivo y eficiente.
Ahora, no hay espacio para proponer una discusión en el marco de la igualdad de género, con el fin de soportar o sustentar este proyecto, pues tal como está la Ley de maternidad vigente, lo que se promueve es el cuidado del menor recién nacido, a cargo de una persona en el núcleo familiar, ojalá la madre, pero de lo contrario, en caso de estar ausente, dicho beneficio puede trasladarse al padre.