De Computationis Jure Opiniones
Numero 1665, 16 de Noviembre de 2015.

Hoy sabemos que la información que debe tener un auditor incluye el conocimiento del entorno en el cual se mueve la entidad cuya información se examina, así como un registro del estado, de las perspectivas y de las prácticas, correspondientes a la industria o sector al que pertenece tal organización. Muchos contadores piensan que basta la información interna, pero no es así. Sin la información externa no es posible interpretar acertadamente lo que se conoce de puertas para adentro.

A lo largo de la historia se ha debatido mucho si los auditores debieran ser especializados en una industria. Muchas firmas de contadores se organizan por actividades. Y las hay que se concentran en algunas de ellas. Algunas autoridades piensan que sin experiencia en el sector (por ejemplo, bancario) no se es idóneo para realizar el examen. Si se trata de empresas pequeñas, conseguir la información del entorno y de la industria es difícil porque poco se publica de ellas y, si se trata de empresas grandes, la globalización supone un conocimiento mundial.

La propia profesión es fuente de mucha de la información necesaria sobre el entorno y la industria. Las organizaciones líderes, internacional o nacionalmente, publican boletines remarcando los datos que organizaciones especializadas u oficiales difunden, así como transmitiendo las opiniones de encuestados sobre asuntos específicos. También las organizaciones gremiales fuertes prestan el servicio de actualización a sus miembros (como, por ejemplo, AICPA).

Hoy en día hay más observatorios y centros de minería de datos en la academia. Su trabajo sistemático y neutral es garantía de una información fidedigna.

Finalmente, adviértase que en las empresas grandes y técnicamente dirigidas, existen medios de información sobre el entorno y el sector, que el auditor puede aprovechar.

Así las cosas, un evaluador de la calidad bien pudiera empezar por preguntar qué lee el auditor. Cuáles son las revistas (comerciales y académicas), los periódicos (generales y especializados), los libros, las bases de datos y las demás fuentes de conocimiento (como los boletines), que consulta el profesional. Hoy la Internet, bien usada, es un medio de averiguación muy importante. Solo hay que escoger los lugares de calidad.

Una auditoría basada en riesgos es impracticable sin el conocimiento del entorno y de la industria. Se entiende por auditor experimentado (NIA 230) el que tiene un conocimiento razonable del “entorno empresarial en el que la entidad opera” y de “las cuestiones de auditoría e información financiera relevantes para el sector en el que la entidad opera”. Hay que abrir la ventana al mundo.

Hernando Bermúdez Gómez