De Computationis Jure Opiniones
Número 1291, mayo 4 de 2015

 

En la concepción de Iasb, existen unos usuarios principales y unos usuarios secundarios. Según el marco conceptual, que erradamente no fue incorporado en el Decreto reglamentario 2615 de 2014, los usuarios principales son “(…) los inversores, prestamistas y otros acreedores existentes y potenciales (…)”.

 

En nuestro país, son muy pocas las entidades que tienen sus títulos inscritos en la bolsa de valores. Por lo mismo, respecto de la gran mayoría de organizaciones los inversionistas no son el usuario más importante. Es muy probable que, desde una perspectiva numérica, la mayor fuente de financiamiento de las empresas colombianas provenga de los proveedores. Por lo tanto, si es que éstos solicitan a sus clientes estados financieros, vendrían a ser el principal usuario. Los prestamistas, principalmente la banca, serían un tipo de usuario intermedio.

 

Adviértase que entre los usuarios principales Iasb no incluye a las agencias del gobierno. Por lo general éstas nos son inversionistas, prestamistas o acreedoras de las empresas. Si bien las entidades gubernamentales de supervisión exigen estados financieros, las empresas que tienen esa carga son muy pocas y, en muchos casos, la información exigida es en realidad de propósito especial.

 

Si se quiere que la finalidad de la contabilidad financiera no sea una mera cuestión de retórica, habría que comprobar que los estados financieros efectivamente son usados y resultan útiles para quienes ellos se dirigen. Sin embargo, en nuestro medio no conocemos investigaciones en este sentido y, por tanto, para nosotros la utilidad de los estados financieros es un planteamiento teórico sin prueba.

 

Daniel J. Marrero M., en su artículo La evaluación crediticia aplicada por los bancos universales y la situación financiera de las PYMES, publicado en la revista Actualidad Contable Faces, año 17, número 29, julio – diciembre de 2014, páginas 49 a 65, nos presenta los resultados de su investigación, producto de aplicar técnicas de muestreo sobre una población de 13 bancos y 104 Pymes, concluyendo que “(…) aún cuando las entidades bancarias al llevar a cabo la evaluación crediticia de las solicitudes de préstamos efectuadas por las Pymes; si bien es cierto que suelen ser muy rigurosas en los análisis de la situación financiera de las mismas, no obstante, al momento al momento de tomar las correspondientes decisiones, también confieren peso a otras variables distintas a esta última (…)”. Para quienes hemos trabajado en la banca colombiana tales resultados nos resultan perfectamente predicables de nuestras instituciones.

 

Los resultados de Marrero confirman que la información financiera solo es uno de los referentes que tienen en cuenta los hombres de negocios. Es fundamental que los contadores sepan cómo se usa la información que ellos producen.

 

 

 

Hernando Bermúdez Gómez

 

Pontificia Universidad Javeriana 
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Número 1291, mayo 4 de 2015