Una vez conocido el proyecto de reforma tributaria, radicado el miércoles en el Congreso, quedaron dudas en temas como IVA a la vivienda, tecnología, aumentos en retención en la fuente de trabajadores, impuesto a los dividendos o el precio de la gasolina.

El jueves, tras la publicación del proyecto, hubo expresiones tanto de preocupación como de aceptación.

Voceros de las empresas que ofrecen bienes y servicios gravados con el IVA que subiría al 19 por ciento son los más inquietos. Pero no se quedan atrás los que entrarán a pagar una tarifa del 5 por ciento, como la vivienda nueva de más de 800 millones de pesos.

El exministro de Vivienda Luis Felipe Henao insistió en que se desestimulará la construcción, mientras que los sectores de las telecomunicaciones hablan de la inconveniencia de un impuesto del 4 por ciento al servicio de telefonía y navegación.

Por el contrario, el exdirector de la Dian Juan Ricardo Ortega indicó que se trata de “la mejor reforma al Estatuto Tributario que se ha hecho en 20 años”, pero advirtió que va a ser duro sacarla adelante porque “se tocan todos los intereses creados, pocos beneficiados, pero un trabajo técnico de primer nivel”.

Algunos congresistas, por su parte, señalaron que la reforma tendrá gran impacto para la clase media, al ampliar la base de declarantes de renta, se encarecerá la gasolina y se gravarán las bebidas azucaradas con 300 pesos por litro y la cajetilla de cigarrillo con 2.100 pesos adicionales. Estos dos últimos impuestos, para el Gobierno, son una medida de protección a la salud, por cuanto pueden desestimular el consumo de dichos productos. Además, generarían ingresos para el aseguramiento de la población.

Gremios se pronuncian

Entre los gremios, las reacciones fueron variadas. Santiago Montenegro, presidente del Consejo Gremial, destacó, entre otras bondades de la reforma, el hecho de que “brinda instrumentos a la Dian. Esperamos que logre la capacidad operativa suficiente para luchar contra esa evasión”.

No obstante, advirtió que los empresarios y gremios en general no cuentan aún con datos sobre tarifas, por lo que les queda difícil pronunciarse sobre el contenido completo de la reforma, la cual, “sin duda, es una reforma que el país necesita”.

El presidente del Instituto Colombiano de Derecho Tributario (ICDT), Juan Guillermo Ruiz, destaca que se incluyan cambios relacionados con la naturaleza de los pagos que se hacen a seguridad social. “Por ejemplo, los aportes obligatorios a pensiones y a salud que efectúan los trabajadores, volverían a ser ingreso no constitutivo de renta ni ganancia ocasional, mientras que los aportes voluntarios a pensiones conservan su carácter de renta exenta sujeta a las limitaciones que le aplican junto con los aportes a cuentas AFC (ahorro para fomento a construcción)”.

El presidente de Fenalco, Guillermo Botero, dijo que el proyecto parece una medida tomada para los contrabandistas, pues perjudica al comercio, que tiene que competir contra ilegales.

Al presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, le gustó la propuesta y señaló que, si bien no ha estado de acuerdo con muchas de las políticas del Gobierno, este proyecto le parece adecuado.

Mientras que, por su parte, el presidente de la Asobancaria, Santiago Castro, aseguró que la reforma recoge los principios de equidad y progresividad.

Solo grandes accionistas

El número de personas que tendrá que pagar impuesto sobre los dividendos aún no se conoce con certeza, aunque algunos analistas creen que el listado no será muy extenso. 

Los cálculos preliminares indican que para ser sujeto de un tributo entre 2 y 4 por ciento, para los dividendos, una persona natural tendría que acumular recursos en acciones de una compañía por el equivalente a un rango entre 500 y 900 millones de pesos. El Gobierno busca gravar los dividendos que reciben los accionistas de las firmas. Así, quienes reciban entre 17,8 y 27,9 millones de pesos tendrán una tarifa del 5 por ciento. Quienes reciban más, pagarán 10 por ciento.

“Consideramos que un impuesto a los dividendos tiene un efecto negativo sobre el mercado de renta variable, afectando la dinámica y liquidez de las acciones”, dicen los analistas de Alianza Valores.

Renta: quienes ya declaran pagarán más

De implantarse la reforma estructural, el ingreso mínimo mensual para declarar renta de personas naturales bajaría de 3,7 millones de pesos a 2,65 millones de pesos, y el número de declarantes subiría de 2,2 millones a 2,7 millones.

Según un análisis de Bancolombia, la tarifa sobre la base gravable para un salario comprendido entre 2,8 millones de pesos y 4,5 millones de pesos sería de 20 por ciento. Hoy, es del 19 por ciento.

Ademas, las 500.000 personas que entran a declarar, unas quedarían en el rango que pagará el 10 por ciento y otras en el del 20 por ciento.

Por ejemplo, una persona que hoy tiene una base gravable de salario de 2,8 millones de pesos, pagará 20 por ciento en el 2018 por los ingresos del 2017.

El presidente del Instituto Colombiano de Derecho Tributario (ICDT), Juan Guillermo Ruiz, afirma que no deberían existir saltos importantes en el valor de la retención en la fuente entre un nivel salarial y otro, algo que sí ocurre en la legislación actual.

Para los ingresos más elevados, las retenciones en la fuente serían 30, 33 y 35 por ciento, respectivamente.

“La reforma tributaria mantendría la retención mínima prevista para los declarantes. De manera que aquellos a quienes se les practique retención en la fuente deberán tener en cuenta la limitación”, agrega Ruiz.

El experto añade que el Gobierno busca reducir el umbral a partir del cual es aplicable la retención en la fuente por pagos que reciben las personas que se originen como consecuencia de su trabajo.

“Si la reforma se aprueba, se les aplicará retención en la fuente a aquellas personas cuyo ingreso gravado, después de la depuración que admite la ley, sea superior a 50 unidades de valor tributario (UVT), algo así como 1’480.000 pesos. “Este es un cambio importante si se tiene en cuenta que este umbral actualmente está en 95 UVT ( 2’820.000 pesos)”, explica.

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