Las proyecciones e informes económicos de Anif y Fedesarrollo revelaron que el recaudo adicional como porcentaje del PIB, al final de 2020, ira disminuyendo y representará 0,7 % y 0,1 % para cada una de las entidades.

Leonardo Villar, director ejecutivo de Fedesarrollo, argumentó que “la reforma tiene un impacto muy importante en materia de recaudo y logra su propósito en los próximos dos o tres años, básicamente por el aumento en el IVA y los impuestos indirectos. En la parte de recaudo en el largo plazo tiene un problema y es que hizo una cosa que es positiva porque baja la tarifa a las empresas, pero no hizo la parte de aumentar los impuestos a personas naturales para compensar ese efecto”.

En pocas palabras, el impacto neto para 2019 y 2020 va a ser marginal y el aumento inicial en el recaudo por impuestos indirectos se va a diluir en los próximos años. Por lo tanto, Villar afirmó que “posiblemente se requiera un nuevo ajuste tributario hacia 2018 o 2019”.

El presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), Sergio Clavijo, coincide en este punto y dijo que la reforma ‘Cárdenas’ fue “una buena medida, pero insuficiente. En unos años se va a tener que hacer una nueva, probablemente debido a las caídas en los ingresos”.

Al consultar al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, el balance que propone es que con la Tributaria se hizo un “gran esfuerzo”, pero si los siguientes gobiernos “quieren gastar más, pues tendrían que buscar los recursos”. En pocas palabras, esto sería por medio de nuevas reformas o con ajustes del gasto público.

“Con los recursos de la Reforma Tributaria se puede sostener el Estado colombiano, en los programas prioritarios, con lo que tenemos hoy en día”, puntualizó el Ministro, quien agregó que en estos momentos se deben hacer un esfuerzo adicional para aumentar la eficiencia del gasto, “para que cada peso rinda más y para eso estamos convocando a la comisión de expertos, con el fin de mejorar en materia de la eficiencia de la inversión y gasto público”.

Por otra parte, el exministro de Hacienda, Guillermo Perry, sostuvo que el próximo Gobierno va a encontrar que esta Reforma Tributaria no le dejó un recaudo importante.

“El Gobierno ahora está en un dilema complicado y es controlar la evasión o hacer un ajusto al gasto. En el tema de evasión tiene metas muy optimistas, en esto me preocupa que la Dian se había quedado atrás en comparación con otras entidades de impuestos en el continente. En tecnología con la factura electrónica; en la trasabilidad de productos de difícil control como licores y cigarrillos; y en aduanas. Además, un problema grave en capital humano”.

Según Clavijo en esta coyuntura se debe “controlar el gasto público y aumentar los controles en evasión”.

Finalmente, Armando Montenegro, consejero de BTG-Pactual para Colombia, dijo que “la Reforma deja incertidumbre para las empresas, viendo los desequilibrios y que no dio todo lo necesario. Ahora las compañías no van a poder proyectar los impuestos a largo plazo, a cinco o 10 años, porque no hay certeza de los impuestos que se van a cobrar”.

Sin embargo, si en algo coinciden los analistas es que esta reforma ‘Cárdenas’ logró elevar los ingresos tributarios por la perdida de los ingresos en petróleo y el marchitamiento de riqueza; disminuyó los defectos del sistema tributario que era nocivo para empresas y la generación de empleo; pero debe corregir aspectos de regresividad que tenía el sistema de impuestos nacionales.

“Lo peor ya pasó en lo económico”

En el seminario de ‘Crecimiento y efectos de la reforma tributaria’ algunos de los analistas coincidieron en que lo peor para la economía ya pasó. Esto porque el tercer trimestre de 2016 se tuvieron las cifras más negativas con la caída en las exportaciones, una alta inflación y al final un PIB que solo creció 1,2 %, según el Dane. Villar dijo que “esperamos un crecimiento mayor que en 2016, en el sector agropecuario y en el desempeño industrial”. Las proyecciones de Fedesarrollo es que el PIB en 2017 será 2,4 %.