Stephen Rhinesmith, señala que hay un rango entre los 25 y los 55 años en que se puede formar un lider integral.
“Quiere decir que hay alguien que utiliza su cabeza para decidir la dirección y la estrategia de la compañía; alguien que utiliza el corazón para entender a sus empleados, a sus mercado y a sus clientes y alguien que utiliza sus agallas o su coraje para tomar decisiones difíciles”, dijo Rhinesmith, quien estuvo en Colombia dictando conferencias sobre liderazgo para la compañía Hospira que cumplió cinco años en el país.
Y explica que muchas personas hoy son líderes parciales, pues solo tiene una o dos de las condiciones mencionadas, pero no las tres, y esas personas pudieron ser exitosas hace 10 ó 15 años cuando el mundo era mucho más sencillo, pero en la actualidad en un mundo más complejo y diverso, las tres características son indispensables.
Lo cierto es aunque hay líderes que nacen, también es cierto que hay líderes que se pueden formar y que pueden aprender cualquiera de las tres condiciones mencionadas. Sin embargo, para adquirir esas características, hay un tiempo específico: entre los 25 y los 55 años. En ese rango de 30 años es posible que una persona se prepare para ser un buen líder.
“A alguien que le falte cabeza puede ir a una universidad y educarse, a alguien que le falte corazón se le puede hacer retroalimentación sobre sus faltas al dejar de entender a la gente que lo rodea y una persona que le falten agallas o valores se le puede instruir sobre cuáles son sus errores también”, advirtió el experto. Y ¿por qué el rango de edades para aprender? Porque si es una persona menor de 25 años, no tiene la suficiente experiencia como para saber cómo deben mejorar o hacia dónde deben ir.
Por el contrario, los mayores de 55 años tienen mucha dificultad para cambiar. “Entonces hay un rango de 30 años para poder educar a las personas y formar un buen líder”, reiteró.
Un líder no es eterno
Lamentablemente un buen líder no dura para siempre. Como dijo Rhinesmith tiene una ‘vida útil’.
Y es que es muy difícil que una persona líder le dé todo lo que necesita una compañía por 20 o 30 años. Por eso, la ‘vida útil’ de estos en una empresa está entre 5 y 10 años. “Llega el momento en que las compañías tienen que elegir a una nueva persona con un conjunto distinto.
