Fuente : www.elnuevosiglo.com.co

La  política de aranceles es uno de los instrumentos clave no sólo para impulsar el crecimiento de la economía, sino para mejorar la competitividad del país. Por ello el Gobierno viene estudiando las bases de una reforma y espera anunciarla antes de que termine este mes.

Tanto exportadores como exportadores están a la expectativa de ese paquete de medidas y cuál será su impacto en la balanza comercial. Inicialmente se piensa en reducir los costos de importación de bienes e insumos necesarios para la producción, eliminar protecciones negativas y actualizar el sistema frente al de otros países. De igual manera se busca que este revolcón ayude a controlar la inestabilidad cambiaria, ya el precio de la divisa estadounidense debería fortalecerse como efecto de una mayor demanda de esa moneda para la compra de nuevos equipos e insumos en el exterior.

Es más, hoy se reunirá el Consejo Superior de Comercio Exterior con el fin de profundizar el análisis sobre la diferencia arancelaria de Colombia frente a otros países que son considerados como los de mejores prácticas comerciales. El Gobierno sostiene que mientras nuestro país tiene un promedio arancelario del 12 por ciento, las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD) tienen una media del 3 por ciento.

A esa tasa tan alta se suman hechos como los desequilibrios que existen en el tema arancelario. El propio Jefe de Estado citó el fin de semana algunos ejemplos de esa anomalía. Por ejemplo, mientras los ensambladores de computadores deben pagar un impuesto por entrada de esos componentes, a los importados no se les cobra tributo alguno.

Como se ve, la reforma que se estudia no es de menor calado y, por lo mismo, todo el país debe estar atento a conocer sus bases y debatirlas ampliamente.

 

 

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